Formas de apropiación de dispositivos tecnológicos en la pesca artesanal: observaciones desde caleta Portales, Chile

Forms of Appropriation of Technological Devices in Artisanal Fishing: Observations from Portales Cove, Chile

  • Constantino Villarroel Ríos
En este artículo analizo las formas de apropiación discursiva y práctica de dos dispositivos tecnológicos, el muelle y el Sistema de Posicionamiento Global (GPS), por parte de los pescadores artesanales de caleta Portales (Valparaíso, Chile). Basándome en una etnografía que incluye entrevistas, observación participante y revisión documental, observo que ante la llegada de nuevas tecnologías, los pescadores confían inicialmente en rutinas existentes. Luego, dispositivos que resuelven problemas antiguos y ajustados a la extracción tienen mayor probabilidad de ser apropiados. La apropiación involucra procesos discursivos y prácticos influenciados por expectativas de rendimiento e interacción comunitaria en el aprendizaje tecnológico. Entre estas últimas, identifico que la distinción simbólica adentro/afuera, cuya expresión es la división sexual del trabajo y la diferenciación generacional, median en la apropiación de los dispositivos involucrados en actividades extractivas. Considero que este trabajo contribuye a evidenciar que el conocimiento ecológico tradicional no desaparece con la domesticación de nuevas tecnologías.
    Palabras clave:
  • Pescadores Artesanales
  • Dispositivos Tecnológicos
  • Discursos
  • Prácticas
  • Etnografía
In this article, I analyze the discursive and practical forms of appropriation of two technological devices, the dock and the Global Positioning System (GPS), by the artisanal fishers of Portales cove (Valparaíso, Chile). Drawing on ethnography research that includes interviews, participant observation, and document review, I observe that when faced with new technologies, fishers initially rely on existing routines. Subsequently, devices that solve old problems and are adjusted to extraction activities are more likely to be appropriated. Thus, appropriation involves discursive and practical processes influenced by performance expectations and community interaction in technological learning. I identify that the symbolic inside/outside distinction, expressed through the sexual division of labor, and generational differences mediate the appropriation of devices involved in extractive activities. I argue that this study contributes to demonstrating that traditional ecological knowledge does not disappear with the domestication of new technologies.
    Keywords:
  • Artisanal Fishers
  • Technological Devices
  • Discourses
  • Practices
  • Ethnography

1 Introducción

Las prácticas productivas y comerciales de los pescadores artesanales no son indiferentes, siguiendo a Peter Wagner (1993/1997), a los esfuerzos de modernización “desde arriba” que impulsan agencias estatales, organizaciones internacionales y otros agentes económicos en el campo pesquero (Bailey y Jentoft, 1990; Kalman y de los Liceaga Correa, 2009). En el caso de Chile, dichos esfuerzos se remontan a las décadas de 1940 y 1950, en las que se inicia una modernización de la actividad de pesca, caracterizada por una incipiente y rápida industrialización, la que apuntaba al aprovechamiento de los recursos pesqueros de una parte del pacífico sudoriental, que en este periodo se encontraba sin desarrollo a gran escala (Basulto del Campo, 2014).

En paralelo a ello, permanece activa una pesca a pequeña escala, distinguida como artesanal, la que tiene antecedentes históricos en los recolectores y cazadores de pueblos originarios que habitaban las zonas costeras del país (Ojeda et al., 2018). En el caso de este sector, lo que se promociona, durante todo el siglo XX, es una modernización de las comunidades de pescadores caracterizada por la higienización de las caletas (Camus et al., 2017), la construcción de infraestructura portuaria (Cartes y Oyarzo, 2005), la profesionalización de la actividad (Bacigalupo, 1993) y el mejoramiento de las condiciones materiales para las faenas a través de la incorporación de nuevas tecnologías (Neira, 2011), entre otras iniciativas.

Lo anterior tendrá otro punto de inflexión durante la última dictadura cívico-militar chilena (1973-1990), la que promueve una desregulación de los mercados, la aplicación de políticas privatizadoras y la exportación de materias primas, entre las que encontramos los recursos pesqueros o sus derivados. Bajo este contexto, la actividad pesquera del país, tanto industrial como artesanal, experimenta transformaciones productivas, técnicas y legislativas (Ther y Valderrama, 2012), las que, además, se enmarcan en una serie de casos de sobreexplotación de algunos recursos, tales como el loco (Concholepas concholepas), el jurel (Trachurus murphyi), la sardina española (Sardinops sagax), entre otros (Gauer y Andrade, 2000; Gelcich et al., 2010). Dicho escenario, sumado a la asunción del primer gobierno democrático postdictadura (1991), conforma una ventana de oportunidad para la construcción de una nueva gobernanza del espacio pesquero (Herrfahrdt-Pähle et al., 2020). De hecho, en 1992 se publicó la Ley General de Pesca y Acuicultura (18.892), también conocida como LGPA.

Con la LGPA, y sus posteriores modificaciones, se observa un nuevo impulso para la tecnificación y tecnologización de la pesca artesanal. Lo que tiene expresión, material, mediante la incorporación de: cámaras de refrigeración para la conservación de los recursos; embarcaciones de fibra de vidrio; dispositivos de posicionamiento geográfico y ecosondas; dispositivos móviles; entre otros. Esto se suma a la inversión, desde las unidades de gobernanza, en infraestructura portuaria. Aquí sobresalen los muelles, explanadas para operación y varado de botes, murallones para defensa de las aguas marinas y cuartos para almacenamiento de implementos pesqueros (Montoya, 2002).

Durante estas últimas décadas, los nuevos dispositivos tecnológicos impulsaron y provocaron cambios en las formas “tradicionales” de la pesca artesanal. No obstante, igualmente reconozco que las incorporaciones de estos dispositivos no están necesariamente alineadas a los objetivos que promovieron o promueven las unidades de gobernanza, puesto que los pescadores artesanales, en su trabajo cotidiano, se adaptan, reaccionan, negocian, transforman y resisten este tipo de tecnologías (Florido del Corral, 2002). Es por ello que en esta investigación tengo el propósito de analizar las formas de apropiación de dos dispositivos tecnológicos promovidos por las unidades de gobernaza de Chile, desde inicios de la década de 1990, en la pesca artesanal: (a) el muelle y (b) el sistema de posicionamiento global (GPS por sus siglas en inglés).

Para llevar a cabo este objetivo considero la perspectiva de los pescadores artesanales de una de las caletas de la comuna de Valparaíso (Chile), caleta Portales. Planteo que estos pescadores se apropian de forma práctica y discursiva de estos dispositivos tecnológicos. La selección del muelle y del GPS se relaciona con que: (a) ambas tecnologías cubren diferentes ámbitos sociales de la caleta, así, el uso del muelle se vincula necesariamente al colectivo-caleta, mientras que el GPS se relaciona necesariamente con el colectivo-embarcación; (b) ambos se ajustan a la actividad extractiva de los pescadores artesanales; y (c) ambos lidian con los riesgos socioambientales de la actividad pesquera en la bahía de Valparaíso.

2 Apropiación de tecnologías: la domesticación mediante los procesos duales de cultura

Bajo el marco de los estudios sobre tecnología y sociedad, y aportes provenientes de las teorías de las prácticas, identificamos que la tecnología, sobre todo lo que tiene que ver con sus límites, es una construcción social (Bijker y Pinch, 1987). Es por ello que los agentes sociales, como usuarios de nuevas tecnologías, despliegan una práctica de apropiación y apreciación de los aparatos tecnológicos (Warde, 2005). Dichos agentes pueden modificar, domesticar, y reconfigurar los elementos culturales que son parte de sus marcos públicos (Oudshoorn y Pinch, 2003). En este sentido, el término “domesticación” hace referencia al proceso en el que los dispositivos tecnológicos se incorporan y se transforman en elementos de la vida cotidiana de las personas. En este punto se observa una apropiación de significados y una naturalización del objeto (Silverstone y Hirsch, 1992/1994).

Al considerar elementos de la idea de “domesticar”, o de apropiación de dispositivos tecnológicos, debo reparar en la advertencia realizada hace décadas atrás por Charles Wright Mills (1940), quien expresaba que el problema metodológico central para las ciencias sociales es que a menudo existe una disparidad entre el comportamiento lingual y el social-motor. Es por ello que surge la necesidad de incorporar las prácticas en el estudio sobre la adquisición, transmisión y externalización de cultura (Lizardo y Strand, 2010). Esto quiere decir que la apropiación, o en su caso la domesticación, no solo ocurre a un nivel de significados, sino que también desde las prácticas. A partir de aquí, adopto un dualismo analítico, bajo el marco del modelo de procesos duales de cultura (Lizardo, 2017), en el que se establece que la cultura se vincula a la acción a través de dos maneras: mediante procesos reflexivos, en la que la acción se desarrolla en un canal deliberativo y como un aprendizaje “basado en reglas”; y mediante procesos implícitos, como es el caso de la adquisición de habilidades motoras (Bourdieu, 1980/2007; Lizardo y Strand, 2010).

De este modo, un abordaje integrado de la cultura me impulsa a revisar el aporte del “triángulo cultural” de Omar Lizardo (2017), a saber, una representación de la cultura mediante un conjunto analítico de relaciones entre tres elementos y un eje vertical/horizontal (Ver Figura 1). A nivel vertical observo la distinción entre cultura personal, manifestada a nivel del individuo en sus formas declarativa (discursiva) y no declarativa (práctica), y cultura pública, vinculada a símbolos, significados, representaciones y clasificaciones. Esta última se relaciona con la base del triángulo, a saber, (c) con los esquemas previamente internalizados de acción y comportamientos —entendidos como lo que las personas hacen—; y, también, (b) con las formas declarativas de cultura, como es el caso de un repertorio disponible para justificar acciones y establecer estrategias de acción (Swidler, 1986). Bajo este contexto, la relación entre las facetas declarativas y no declarativas de la cultura (a) se presentan mediante un acoplamiento débil y son potencialmente disociables; pero, ambas se relacionan con el marco público.

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Figura 1

Representación de las relaciones entre elementos culturales (cultural triangle)

Fuente: Elaboración desde Lizardo, 2017, p. 7.

3 Metodología

Aplico un diseño cualitativo mediante una etnografía, con un enfoque sincrónico-diacrónico, que se circunscribe a una de las caletas de pescadores artesanales de la comuna de Valparaíso (Chile): caleta Portales1. En la Figura 2 identifico que esta caleta se ubica en la región de Valparaíso, específicamente en la comuna homónima, la que se encuentra entre las coordenadas: 32° 02’ y 33° 57’ latitud sur y entre los meridianos 70° y 72° W. Su capital regional, Valparaíso, se sitúa en la zona costera, siendo catalogada como ciudad puerto, de hecho, esta es clasificada como el segundo puerto con mayor movimiento de contenedores a nivel nacional (Comisión Económica para América Latina y el Caribe [CEPAL], 2018).

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Figura 2

Área de estudio. Caleta Portales

3.1 Recolección de datos

El trabajo de campo tiene tres fases: (a) en la primera de ellas, cuyo inicio es a mediados de 2016, realicé entrevistas semiestructuradas (ver perfil de participantes en Tabla 1); (b) un segundo momento, de marzo de 2017 a fines de 2021, llevé a cabo el trabajo etnográfico, en el que predominó la observación participante; y (c) en una tercera fase, desde fines de 2018 a mediados de 2021, hice la búsqueda y revisión de documentos públicos y fotografías. Tanto en (b) como en (c) se produce un regreso al campo, post-pandemia del COVID-19.

Clave Edad Categoría de pescador Posición en la organización social Fecha de realización
Entrevistado 1 40-50 Pescador artesanal Socio 01-02-2017
Entrevistado 2 60 Pescador artesanal Socio 02-02-2017
Entrevistado 3 65 Pescador artesanal Socio 07-12-2016
Entrevistado 4 63 Pescador artesanal Socio 02-12-2016
Entrevistado 5 68 Pescador artesanal Socio 02-12-2016
Entrevistado 6 63 Pescador artesanal Dirigente y socio 01-02-2017
Entrevistado 7 60 Pescador artesanal Socio 23-03-2018
Entrevistado 8 63 Pescador artesanal Dirigente y socio 23-11-2016
Entrevistado 9 52 Pescador artesanal Dirigente y socio 22-08-2018

Tabla 1

Participantes pescadores artesanales en entrevistas semiestructuradas

Las entrevistas semiestructuradas las apliqué a través de la combinación de un muestreo teórico y uno de “bola de nieve” (Taylor et al., 2016), y se realizaron un total de nueve entrevistas. Mientras que en la observación participante desarrollé procedimientos de muestreo, asociados a los contextos espacio-temporales en los que se despliega la mayor actividad productiva y comercial en la caleta. Dichos procedimientos fueron: (a) Tiempos muestreados: generalmente en las mañanas (8 am a 13 pm), momentos asociados al ciclo productivo de los pescadores, en ocasiones en la madrugada, como en las salidas a la mar; (b) Contextos muestreados: actividades productivas de captura, varado y venta de recursos; (c) Personas: pescadores artesanales, armadores o tripulantes, personas de oficios de apoyo a los pescadores, intermediarios/comerciantes, compradores no comerciantes.

Finalmente, recurrí a la revisión de documentos y fotografías, las que me permitieron ahondar en las prácticas de los pescadores, además de considerar la dimensión diacrónica de nuestra problemática. Utilizo este tipo de documentos como (a) materiales preexistentes, y como (b) datos contingentes, a saber, creados por el propio investigador. En relación al material preexistente, tuve la posibilidad de contar con las imágenes facilitadas por el proyecto: “Relatos entre redes. Centro de Interpretación Sindicato de Pescadores Artesanales Caleta Diego Portales de Valparaíso”2. Asimismo, durante el trabajo de campo tomé fotografías, según los contextos muestreados por la observación participante.

3.2 Análisis de los datos

Los resultados de las entrevistas los procesé mediante un análisis de contenido cualitativo (Mayring, 2004). Opté por una codificación abierta (Corbin y Strauss, 1998/2014), guiada por algunas pre-categorías de análisis (deducción), que construí a partir de las primeras visitas a terreno y de la revisión bibliográfica. Estas pre-categorías se sustentaron teóricamente y establecí reglas de codificación (Kohlbacher, 2006). Las categorías inciales fueron: uso de tecnología, interacciones en el uso, resistencia discursiva, resistencia práctica, aprendizaje declarativo y no declarativo, transformación del espacio de la caleta y naturalización de los dispositivos). A lo largo del proceso analítico, estas categorías se revisaron, se adaptaron y emergieron nuevas, en un enfoque que combinó deducción e inducción (Kelle y Buchholtz, 2015).

4 Resultados

4.1 Resistencias y alineaciones en la apropiación del muelle

Los pescadores de la caleta suelen declarar que la instalación del muelle (inaugurado en 1994) contribuyó a la reducción de accidentes asociados al varado de las embarcaciones por la playa Diego Portales. Así, la valoración discursiva del muelle está asociada a la mayor seguridad física y fiabilidad que entrega la red de dispositivos asociados a este aparato (grúa hidráulica, sogas-huinches, soporte para mover botes, automóvil que traslada los botes). Al respecto, recuerdo que en la primera salida a pescar en la que participé, “Po” me reafirmaba esta idea de la seguridad: “el muelle fue lo máximo […] fue un adelanto súper bueno, fue lo máximo”. Esto, argumentaban, derivaba a que varar por la arena era peligroso, las olas reventaban y si el bote “tomaba” en forma errada la ola, esta podía dar vuelta la embarcación —las conocidas “tandas”3—. Así, este pescador agrega: “te sacabai’ la cresta’ (palabra informal, polisémica, que en este caso hace referencia que ante las “tandas” corrían el riesgo de golpearse con la embarcación) […] la última vez, murieron, antes de este muelle, como cuatro, cinco, compañeros dados vuelta” (Entrada de diario de campo, 24 de febrero de 2018).

Sin embargo, en un inicio los pescadores tenían una resistencia al uso del muelle, por lo que continuaban “bajando” y varando por la playa, pues, aún confiaban en un repertorio de esquemas previamente internalizados de acción y comportamientos, encarnados durante todas las experiencias de varado anteriores. Sobre esto, incluso se desplegaban una serie de motivos, asociados a una supuesta sensación de mareo que producía el “izado” de la grúa hidráulica, para no utilizar esta infraestructura. Esta situación continuó hasta que intervino la organización formal de los pescadores, el Sindicato de Trabajadores Independientes Pescadores Artesanales de Caleta Diego Portales de Valparaíso, y junto a la asamblea, es decir, por la dimensión institucional formal, se decidió pasar del varado por la playa al izado por el muelle, tal como lo muestra la Figura 3.

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Figura 3

Muelle de caleta Portales

Nota: Las fotografías (a), (b) y (c) muestran el izado de diferentes botes de caleta Portales

De este modo, lo que ocurre con el muelle es lo que se podría asociar a los aportes del modelo de aceptación y uso de la tecnología, sobre todo en lo referente a las expectativas de rendimiento (Venkatesh et al., 2012). Esto se relaciona al grado en que una persona cree que el uso de la tecnología contribuirá a mejorar el rendimiento en el trabajo. También encontramos a la influencia social como constructo que influye en el comportamiento de uso de las tecnologías (Shen et al., 2006), en tanto es el Sindicato el que presiona para el cambio de práctica. Esta última situación no es muy distante de lo que Roger Silverstone y Eric Hirsch (1992/1994) reconocen como el rol de los vínculos familiares, en este caso lazos comunitarios, en la domesticación, adquisición y uso de los dispositivos tecnológicos.

En relación con las expectativas de rendimiento, identifico algunos componentes cognitivos presentes en la apropiación del muelle. Por un lado, está la percepción sobre la aplicabilidad de la tecnología en el trabajo, a saber, el muelle muestra una adecuación tarea-tecnología. Esto quiere decir que este dispositivo se ajusta a los objetivos laborales —crear un mundo estable— de los pescadores artesanales. Por otro lado, encuentro la demostrabilidad de los resultados producidos por el dispositivo tecnológico, en cuanto constatación de su rendimiento, lo que conlleva su ajuste con las necesidades de los pescadores de la caleta, y la integración con otros dispositivos de la misma, como será el caso de la grúa hidráulica, entre otros.

En este sentido, la valoración explícita del muelle, y su paulatina apropiación práctica, sobre todo en torno a su domesticación, reside en su rendimiento, asociado a los resultados que entregaba su uso, ante un inicio en que los pescadores resistieron a su incorporación en su cotidianidad laboral. Estos resultados los vinculo con la reducción de los accidentes en el proceso de llegada de las embarcaciones a la caleta, los que, antes del arribo de esta infraestructura, provocaron la muerte de algunos pescadores. Igualmente, a lo anterior agrego la percepción sobre una aminoración del esfuerzo físico, asociado a la llegada/salida de lo que los pescadores mayores clasifican como el refugio (caleta), o como nos expresa un pescador: “el muelle nosotros lo, lo ha evitado harto sacrificio” (Entrevistado 3, entrevista personal, diciembre de 2016).

4.2 La apropiación del GPS: sin embargo el conocimiento local no desaparece

En el caso de la apropiación del GPS, identifico que la expectativa de rendimiento de dicho dispositivo suele ser protagonista en las declaraciones de los pescadores de Portales. Sobre todo, ante la posibilidad de su acople a las necesidades de dichos pescadores: por ejemplo, “con camanchaca4, el GPS te marca unos números y tú llegas aquí mismo a la caleta —nos cuenta Raúl—” (Entrada de diario de campo, 21 de abril de 2018). Mientras que en una entrevista otro pescador me expresa que: “la mayoría está trabajando con GPS ahora, esa cuestión, eh, vale mucho también po’, vale mucho, porque resulta que te deja marcado ahí donde pillo, pongámosle la merluza, hoy día, o la jibia pongámosle, entonces ahora, todo marcado” (Entrevistado 2, entrevista personal, febrero de 2017). Así, este aparato permite establecer la ubicación —con mayor efectividad— de los puntos en los que se ha tenido una buena pesca o en la entrega de información espacial de la embarcación, la caleta y la ruta del viaje de pesca que ejecutan los pescadores.

Entiendo que esta situación aporta, de manera similar al muelle, una mayor seguridad ante un escenario de riesgo en la mar. En una ocasión, un pescador y dirigente del sindicato relataba que antes de la llegada de este dispositivo, los pescadores mayores —denominados como “los viejos”— llegaban a la costa en diferentes direcciones, alejados del punto de la caleta. Así, el GPS contribuye a lograr una ubicación más precisa en menos tiempo y, por tanto, a una mayor seguridad sobre el punto de llegada. En una nota de mi diario de campo recogí una declaración de un pescador que subraya lo anterior: “ahora con el navegador se llega justo [al punto que se desea llegar]” (Entrada de diario de campo, 21 de abril de 2018).

Sin embargo, constato algunas dificultades en la apropiación de este aparato, específicamente en la adquisición de las habilidades implicadas en su uso. Sobre todo en los pescadores que se representan a sí mismos como “antiguos”, y que aquí defino como una generación institucional cuyo aprendizaje espacial en el “afuera” (mar) dependía de elementos del entorno, de técnicas corporales y solo apoyados con brújula y reloj. Al respecto, un pescador me expresaba: “a los viejos les cuesta [manejar el dispositivo se hace difícil] […] los números [coordenadas] son así de chiquititos [pequeños], y en la noche, y ya somos cortos de vista ya, no veí’ [ves]” (Entrada de diario de campo, 12 de octubre de 2021).

La posibilidad de domesticación del GPS, por parte de los pescadores con mayor trayectoria en el oficio, implica elementos como la influencia social y el apoyo de otros integrantes de la comunidad disponibles a colaborar en el aprendizaje del aparato. Es por ello que dicho aprendizaje, ya sea por mimesis o basado en reglas explícitas, es transmitido, en forma general, a través de pares (horizontal), y no por técnicos, científicos o funcionarios de la autoridad pesquera (vertical). Así, lo expresaba un pescador:

[Antes] no sabíamos ver el GPS, pero aprendió uno, uno que tenía la cabecita más “blanda” [flexible] aprendió, y ese empezó a explicarle al otro, no es como cuando viene a explicar un técnico, no es lo mismo, porque el técnico es más técnico y aquí no po’ [...] Y ahí vamos captando, hablamo’ nuestro mismo idioma. (Entrevistado 8, entrevista personal, noviembre de 2016)

Ahora bien, el reconocimiento explícito del uso del GPS no implica que los pescadores con mayor trayectoria dejen de utilizar sus esquemas cognitivos y habilidades corporales habituales, sobre todo en su conocimiento ecológico (CE). Lo que sucede es que, ante las dificultades para reestructurar y reaprender nuevos hábitos, los pescadores “antiguos” suelen confiar en las formas tradicionales de orientación espacio-temporal, es decir, en las marcas de tierra, el uso del reloj y en “los datos” que se transmiten entre pescadores de la caleta. Esto revela una cierta tensión entre los niveles analíticos, discursivo y práctico, de las formas de apropiación del GPS, pues, observo que la declaración: “yo uso el GPS”, en ocasiones conlleva, en la práctica, la no utilización de este dispositivo, y en la preferencia por georeferenciar la posición de la embarcación y el calado de la red y los espineles mediante las marcas de tierra.

Estas marcas representan una guía de referencias visuales de la costa, que se transmite de forma transgeneracional. La literatura plantea que estas marcas se llevan a cabo mediante un sistema de triangulación visual de puntos urbanos (referentes artificiales) o físico-naturales, que los pescadores extienden hacia el mar (Araújo, 2012; Siches, 2002). En el caso de los pescadores de Portales, la percepción de las marcas de tierra no ocurre, necesariamente, con la triangulación. Aquí, se orientan a partir de la apropiación simbólica-declarativa de la rosa náutica, que pasa a un conocimiento incorporado. Así, en la mar los pescadores reaccionan rápido ante la expresión de “arriba” (sur), “abajo” (norte), “afuera” (oeste, hacia el mar) y “adentro” (este, hacia el refugio), lo que les permite interpretar las pautas del mar; tales como: a) las olas o corrientes; b) vientos: c) rocas o playas; d) referentes artificiales, como es el caso de los urbanos.

Justamente son estos últimos, específicamente “las luces de las calles” de la ciudad de Valparaíso, los de mayor uso por parte estos pescadores. Esto se debe a la formación geográfica y urbana de Valparaíso, en la que se cuenta con un estrecho litoral enfrente del océano pacífico, que en pocos metros –en dirección este– da paso a diferentes cerros, cuya urbanización comienza en las primeras décadas del siglo XX. Al construir vías urbanas en los cerros, e incorporar en ellas postes de alumbrado público, se forman hileras de luces, que una vez se perciben desde el mar se representan como líneas que suben o caen de los cerros.

Tú cuando navegai’ se ven las calles […] se ven las líneas de los postes, los postes de la [calle] 21 de mayo, de allá, de la Porvenir Bajo, las calles de la Punta, las calles Recreo, las calles Recreo, aquí la calle Esperanza […] uno empieza a emparejar las luces, cuando ya hay un momento en que quedan todas la luces derechito para allá. Ahí tú sacai’ […] Tirai’ toa’ esa línea. Tú navegai’ pa’ fuera y llegai’ a una planta [antigua central termoeléctrica] allá arriba, salí pa’ fuera, tú estai’ ahí y navegai’, navegai’, y sacai’ y sacai’ la luz de la planta y vai’ corriendo diez minutos, veinte minutos pa’ juera’ […] Hasta que corrí los veinte minutos, a medio andar, porque tú decí’ “ah sabí’ que estamos a veinte minutos, a medio andar, a “todo fierro” [a toda velocidad] y así sucesivamente, así uno iba navegando y encontrando los botes”. (Entrevistado 4, entrevista personal, diciembre de 2016)

A partir de lo anterior, entiendo porqué algunos pescadores se resisten, sobre todo desde una dimensión práctica, a la utilización del GPS. Estos suelen confiar, tal como expongo en la Figura 4, en las formas tradicionales de orientación espacio-temporal, es decir, en las marcas de tierra y el uso del reloj —en tanto el cálculo de tiempo desde que se observa la marca hasta la llegada al punto que se desea—, y en “los datos” que se transmiten entre compañeros (pescadores) de caleta. De hecho, ante cualquier situación en la que se requiere, se activa esta forma de conocimiento. En este sentido, un pescador me expresaba: “[las calles o marcas] quedaron en el pasado, pero no en el olvido […] nunca se nos van a olvidar […] uno las tiene aquí [señala la sien]” (Entrada de diario de campo, 12 de octubre de 2021).

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Figura 4

Mapa de marcas de tierra utilizadas por los pescadores de caleta Portales

Nota: se observan dos viajes de pesca que realicé en 2018. En el primero de estos se identifica que los pescadores del bote en el que viajé calan los espineles a 20 minutos después de avistar las luces del alumbrado público de la calle 21 de mayo. En el segundo de ellos, navegamos 15 minutos hacia arriba (sur), una vez avistamos la planta termoeléctrica de Laguna Verde hacia la costa.

4.3 Apropiación del muelle y del GPS bajo las lógicas simbólicas y prácticas de caleta Portales

A partir de las experiencias de apropiación de los dos dispositivos tecnológicos revisados, puedo subrayar en algunos elementos culturales comunes para ambos casos, en el sentido de la relación entre cultura pública y cultural privada, ya sea en la vertiente discursiva o práctica de la apropiación de estos dispositivos. Hago referencia a que los pescadores se apropian de tecnologías a partir de ciertas disposiciones incorporadas de su marco de acción. Uno de estos elementos culturales radica en la distinción simbólica que tienen los pescadores de esta caleta sobre sus espacios de socialización y trabajo, a saber, el adentro (tierra) / afuera (mar), y cuyas distinciones tributarias respectivas son tierra/mar, privado/público, entre otras. Estas tendrán su expresión en la distinción de género de la caleta, en la que los hombres tienen acceso al mar y las mujeres desarrollan las actividades productivas y comerciales en el “adentro” (tierra).

De este modo, tanto el muelle como el GPS se posicionan en lo que distingo, a partir de las observaciones y entrevistas, como el “afuera” (mar); específicamente en lo que se refiere a la actividad productiva-extractiva que implica “salir a la mar”. Esta posición se encarna en unas lógicas simbólicas (taxonomías) y prácticas desplegadas en dicho espacio, las que resultan claves para la comprensión de las formas de apropiación del muelle y el GPS.

En el caso del muelle, debo advertir que en épocas pasadas, ante la ausencia de esta infraestructura, el desplazamiento de varar implicaba riesgos y peligros, además de involucrar un set de habilidades y técnicas encarnadas por los hombres pescadores. Este movimiento, como también su opuesto (“botar por la arena”), consideraba el empleo de dispositivos, como los polines, y la ayuda de los tiradores-bajadores a través de su fuerza física, para empujar el bote a la mar: “antiguamente se botaba con polines, se botada con, antes que salieran los polines, pura arena nomás, pura arena […] con fuerza bruta” (Entrevistado 5, entrevista personal, diciembre de 2016). Aquí también se distingue la intrepidez y la “maña” de los pescadores para asumir el riesgo y el peligro de entrar y salir, lo que se solía adjudicar a los hombres pescadores y trabajadores de tierra (Ver Figura 5).

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Figura 5

Varados en caleta Portales previo a la construcción del primer muelle en 1994

Nota: (a) “tiradores” y algunos pescadores varan un bote en la playa Diego Portales (1965); (b) intento de varar una embarcación en la playa Diego Portales (entre 1980 y 1990); (c) “tiradores” empujan una embarcación (década de 1990); (d) imagen que representa la misma práctica que (a) (década de 1990).
Fuente: (a) Cabrié y González (1965, p. 120); (b), (c) y (d) Herrera, Á. (2016). Base fotográfica del proyecto “Relatos entre redes”. Facilitado por la autora mediante comunicación personal, 2018.

De este modo, identifico que las habilidades que se despliegan en los movimientos “hacia afuera” (hacia la mar), “hacia adentro” (hacia el refugio) son representadas como masculinas. Entre ellas distingo las siguientes: resistir al clima frío de la madrugada —periodo del día en que “salen” a la pesca de la merluza común (merluccius gayi gayi)—; dominar los posibles mareos que conlleva el trabajo marítimo; levantar o “recorrer”, mediante fuerza física, las artes y aparejos de pesca —”es un trabajo de bruto” dice un pescador de Portales (Entrada de diario de campo, 21 de septiembre de 2018)—; adaptar el cuerpo a la inestabilidad dentro de una embarcación que se encuentra en faena en la mar; explorar el espacio pesquero, mediante la puesta en práctica de un CE, entre otras.

Mientras que en los y las trabajadoras de tierra, sobre todo el caso de las mujeres, existe una auto-identificación con su posición de género en la clasificación simbólica adentro/afuera, en tanto división sexual del trabajo y naturalización de la carencia de habilidades que se requieren para “salir a la mar”. De hecho, una encarnadora5 me comenta, ante la pregunta de por qué las mujeres no salen a la mar: “es que nosotras nos mareamos” (Entrada de diario de campo, 2 de junio de 2017). En esta frase distingo una invisibilización del aprendizaje práctico que se requiere para dominar la sensasación que provoca el vaivén de los botes en la mar, y que no se sustenta en el género.

De esta manera, las estructuras clasificatorias que organizan la visión de mundo de la caleta (adentro/afuera), que remiten, en parte, a una división sexual del trabajo y sus efectos prácticos, influyen en cómo los dispositivos tecnológicos revisados aquí son “naturalizados”. Es por lo mismo que se entiende que el muelle y el GPS sean apropiados, en forma práctica y discursiva, por los pescadores que “salen a la mar”, vale decir, dichos aparatos tienen la probabilidad de contar con una resonancia (McDonnell et al., 2017) en las personas que interactúan con y en la mar.

Lo anterior tiene un soporte en las formas de apropiación del GPS. Sin embargo, aquí surge otro elemento cultural que influye en la apropiación de las tecnologías en cuestión, esta vez asociado a las generaciones institucionales (Lizardo y Strand, 2010). Aquí, se revela una distinción entre las formas de apropiación de los pescadores jóvenes, con ingreso a la actividad hace unos pocos años atrás y que convierten prácticas aún no cristalizadas en nuevos patrones de experiencia, y los pescadores viejos o antiguos, con mayor trayectoria en el oficio y con ciertas dificultades para reestructurar nuevos hábitos. Como constatamos más arriba, en ocasiones estos últimos utilizan su stock de conocimiento para diferenciarse de los nuevos pescadores, a los que representan con falta de las habilidades para salir a la mar, y volver al “refugio” sin el aparataje tecnológico.

Entonces, la apropiación del GPS puede variar en función de una mayor trayectoria institucional de los pescadores de Portales. Al parecer, mientras nos encontremos con una mayor trayectoria institucional, más dificultades para domesticar el aparato, puesto que resulta más complejo pasar de la comprensión mental a la ejecución práctica-material que exige el uso del GPS. A pesar de ello, en la apropiación de este dispositivo, juega un rol clave la interacción de los miembros de la comunidad de pescadores, los que participan en la enseñanza-aprendizaje de la tecnología y, nuevamente, la expectativa de rendimiento que tiene la tecnología en el “afuera” y en el viaje de regreso hacia el “adentro”. Ambas dimensiones contribuyen a reducir, en algo, la brecha generacional.

5 Discusión y conclusiones

En este trabajo he analizado las formas de apropiación discursivas y prácticas del muelle y del GPS. A partir de mis hallazgos destaco que estos dispositivos resuenan en relación con los esquemas (cultura personal) y al marco social (cultura pública) de los pescadores de caleta Portales. Además, estos dispositivos tienen una mayor probabilidad de apropiación en el tiempo, sobre todo en lo referente a las prácticas, ante la demostrabilidad de los resultados de los aparatos, en la que juegan un rol predominante la influencia e interacción social entre pescadores, asociada a la enseñanza-aprendizaje de las tecnologías, y la adecuación a los objetivos laborales de los pescadores.

En este sentido, pese a una resistencia inicial, los pescadores se involucraron en el trabajo cognitivo de aprendizaje de nuevas tecnologías debido a que dichos aparatos se relacionaron con la actividad del “afuera” (extracción) y, por ende, se adaptaron a las necesidades y preferencias de los pescadores y su sindicato. De hecho, resolvieron situaciones de mejor manera que los esquemas cognitivos y las técnicas corporales que ofrecían los objetos o las alternativas habituales (McDonnell et al., 2017), tales como los accidentes, en el caso de la incorporación del muelle, y a la efectiva ubicación espacial, para el caso del GPS.

En este sentido, a lo largo del trabajo describo factores cognitivos, con sus condiciones de génesis social, que impiden o facilitan el acceso a los aparatos tecnológicos revisados, y al uso de los mismos. Estos elementos enmarcan la experiencia de los pescadores artesanales con estas tecnologías, tal como la estructura simbólica del adentro/afuera, cuya expresión es la división sexual del trabajo y las prácticas tributarias a dicha estructura, y con la dimensión de las generaciones institucionales. De este modo, sostengo que ciertas categorías sociales, como la generación o el género, no son solo mediadores en, por ejemplo, la expectativa de rendimiento, la influencia social o la incorporación a la vida diaria del muelle o del GPS, sino que, más bien, al encarnar los principios de jerarquización, representación, de división y visión de los pescadores de caleta Portales, enmarcan las formas de apropiación de dichos aparatos.

Es por lo anterior, que planteo que los dispositivos tecnológicos que tienen mayor resonancia en los pescadores de caleta Portales son los aparatos que resuelven en forma eficaz un viejo problema, asociado con la actividad productiva en el “afuera” (mar). Ahora bien, aquí también identifico la posibilidad de una resonancia a partir de una cierta improvisación regulada, en la que la acción —que “se crea en el lugar”— es guiada por patrones de asociaciones previamente aprendidos (Strauss y Quinn, 1997). Tal es el caso de la apropiación del GPS que realizan los pescadores, representados a sí mismos como “antiguos”, en conjunto con la puesta en práctica de las marcas de tierra. A pesar de que los pescadores de mayor trayectoria se apropian de este dispositivo mediante el apoyo en el aprendizaje por parte de otros compañeros de oficio, en ocasiones, ante las dificultades percibidas en el uso del GPS, confían en su stock de CE. En dichos momentos, se refleja una apropiación práctica de resistencia del GPS, en tensión con los motivos declarados por los pescadores. Lo que no implica que, a futuro, la apropiación del GPS tenga una mayor resonancia y, por ende, las formas de apropiación práctica y discursiva se alineen.

La situación descrita no resulta extraña a las formas de apropiación del muelle. De hecho, en un primer momento observo que los pescadores de esta caleta, o gran parte de ellos, tienen una resistencia práctica a utilizar el muelle, confían en el set establecido de rituales y rutinas, a saber, varar y botar por la arena de la playa, y también discursiva, pues no se despliega una justificación consciente y explícita para incorporar el nuevo aparato. No obstante, luego de la influencia social, representada por el sindicato, y la demostración de resultados, el muelle empieza a ser apropiado de manera discursiva y práctica. Lo anterior nos lleva a sostener que las formas de apropiación habituales de los objetos tecnológicos se construyen y se mantienen solo mediante la iteración y el compromiso con la rutina (Taylor et al., 2019), o lo que Silverstone y Hirsch (1992/1994) identifican como la incorporación de tecnología en la vida diaria, como elemento de la domesticación.

Esta investigación aporta nuevas perspectivas sobre cómo ciertos dispositivos tecnológicos son apropiados por pescadores artesanales de caleta Portales. Los resultados que expongo en este trabajo sugieren que las formas de apropiación de estas tecnologías no solo se interpretan por las propiedades funcionales o las expectativas de rendimiento, sino que también por la influencia de los elementos culturales, como las taxonomías y las lógicas prácticas de la caleta, de las que sobresalen las categorías de género y de las generaciones institucionales. Una dimensión pendiente es explorar las formas de apropiación de tecnologías introducidas desde esfuerzos de “abajo hacia arriba”, así como aquellas asociadas a actividades productivas y comerciales en tierra. Futuras investigaciones podrían profundizar en estas dimensiones y contrastar si los supuestos manejados aquí, y los resultados de la investigación, se reiteran o se diferencian en la apropiación de otras tecnologías o con otros contextos.

6 Agradecimientos

Deseo expresar mi profundo agradecimiento a Pepe y Poroto, pescadores artesanales de Caleta Portales, quienes nos transmitieron su conocimiento y experiencia sobre esta práctica ancestral. Su enseñanza fue fundamental en nuestro aprendizaje, y su legado perdura en este trabajo, pese a su partida antes de verlo finalizado. Su guía fue esencial en nuestras expediciones para la pesca de merluza común. Asimismo, extiendo mi gratitud a Ángela Herrera, diseñadora y académica de la Escuela de Diseño de la Universidad de Valparaíso, quien, a través de su proyecto Relato entre Redes: Centro de Interpretación Sindicato de Trabajadores de Tierra N°1 Caleta Portales, facilitó valiosas fotografías históricas de la caleta, lo que contribuyó significativamente a esta investigación. Finalmente, agradezco a mi colega Miroslav Pulgar por sus oportunas recomendaciones a este trabajo.

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