Juan Cruz (2022) Edades de tercera. Historia y presente de una vieja desigualdad. Descontrol. ISBN: 8418283335
Edades de tercera. Historia y presente de una vieja desigualdad es un libro escrito por el antropólogo social Juan Cruz López. Se trata de una obra ensayística que plantea una reflexión sobre las matrices materiales y simbólicas generadoras de las diferentes formas de edadismo presentes en las sociedades contemporáneas. El texto supone un ejercicio de investigación militante que aporta materiales para la reflexión crítica sobre las formas de violencia y discrimnación contra las personas mayores. Una de las tesis centrales defendidas por el autor es la existencia de una relación estructural entre el edadismo y la dinámica del sistema capitalista.
El libro se estructura en una introducción al tema de investigación, una primera parte dedicada al estudio sociohistórico de la construcción social de la vejez y una segunda parte dedicada a la reflexión crítica sobre diferentes problemáticas contemporáneas que afectan a las personas mayores. En la introducción el autor destaca cómo el impacto epidemiológico de la pandemia de la COVID-19 en el colectivo de personas mayores y la cobertura mediática de la pandemia, sobre todo de la denominada crisis de las residencias, acentúa la pertinencia de explorar las formas de discriminación edadistas y capacitistas contemporáneas.
La primera parte ofrece un estudio de síntesis sobre la construcción social y política de la vejez a lo largo de la historia, mediante una revisión crítica de fuentes secundarias. Cruz hace suyo el argumento formulado por Simone de Beauvoir en su clásico La vejez (1968), al plantear que el estudio comparado -en términos históricos y geográficos- permite incidir en los aspectos contingentes, maleables y, por tanto, políticamente modificables de los fenómenos de la vejez y el envejecimiento. El autor apuesta por un enfoque interseccional para rastrear las interacciones entre el edadismo, el clasismo y el sexismo como sistemas de discriminación y dominación.
Esta investigación sociohistórica se focaliza, salvo los dos primeros capítulos, en el territorio de Europa occidental y abarca un amplio periodo temporal: “sociedades ágrafas” (capítulo 1), “primeras civilizaciones” (capítulo 2), Edad Media (capítulo 3), Renacimiento (capítulo 4) y Edad Contemporánea (capítulo 5). El enfoque analítico combina aportaciones de diferentes disciplinas, como la historia de las ideas para explorar las concepciones de la vejez en diferentes sociedades históricas, la historia de las mentalidades, historia cultural, demografía histórica, historia de la familia o historia de la pobreza y política social.
Para la elaboración de los cuatro primeros capítulos el autor se basa en las aportaciones de clásicos contemporáneos sobre la historia de la vejez como Beauvoir (1968), Minois (1987) o Alba (1992), completadas con referencias a investigaciones académicas de mayor actualidad. Estas páginas conforman un relato sintético sobre diversos temas relacionados con la historia de la vejez, de gran valor para investigadores e investigadoras interesadas en este ámbito. Entre los temas abordados destacan la aproximación etnológica a la variabilidad de la condición social de las personas mayores en sociedades nómadas (capítulo 1), la importancia de la filosofía de Platón y Aristóteles en las concepciones modernas de la vejez y el envejecimiento (capítulo 2), el desarrollo de las primeras instituciones de asistencia social para personas mayores pobres en la Europa altomedieval (capítulo 3) o la exploración de la caza de brujas durante la Edad Moderna en tanto proceso de feminicidio y gerontocidio (capítulo 4).
En el capítulo 5 se analizan las relaciones estructurales entre la situación social de las personas mayores y las dinámicas del capitalismo histórico a lo largo de la Edad Contemporánea. El autor se detiene en explorar “las consecuencias para los mayores de dichas transformaciones [tratando de explicar] qué factores contribuyeron a mermar o realzar la consideración social de los ancianos a partir del siglo XIX” (p. 175). Entre los argumentos planteados destaca la exposición de cómo la conformación del Estado liberal decimonónico supuso la destrucción de formas tradicionales de protección social que, aunadas al auge de la familia nuclear urbana, precariza las condiciones de vida de las personas mayores de clase obrera, pero que, en un doble movimiento polanyiano (Polanyi, 1987), asienta las bases materiales para la movilización obrera y la conformación de los estados de bienestar con sus respectivos sistemas públicos de jubilación.
El quinto capítulo también explora cómo la consolidación de la cultura liberal supone una subalternización de las personas mayores de clase trabajadora, indicando que el régimen fabril, la revolución tecnológica y la fe en el progreso desvalorizan el rol de las personas mayores como poseedoras y transmisoras intergeneracionales de conocimiento experto. Asimismo, la ética del trabajo burguesa criminaliza a las personas en situación de vulnerabilidad socioeconómica usuarias de la beneficencia pública, estigmatizando, de manera indirecta, al colectivo de “viejos pobres”. Cruz también argumenta cómo la cultura productivista del movimiento socialista, articulada contra la pretendida ociosidad de las clases empresariales, contribuye a desvalorizar colectivos sociales etiquetados de improductivos o vinculados al trabajo doméstico no remunerado, entre los que se encuentran las personas mayores jubiladas. La importancia de investigar estos procesos es defendida por el autor en estos términos:
acercarse a las representaciones de la vejez durante el proceso fundante de la cultura liberal, implica comprender dónde hunde sus raíces los distintos tipos de edadismo que padecemos en la sociedad actual y que están detrás de todas las formas de violencia contra los ancianos que soportan nuestras sociedades (p. 147)
La segunda parte desarrolla diferentes problemáticas sociales que afectan a las personas mayores, aportando datos relevantes para el contexto español. El capítulo 6 incide en cómo el envejecimiento poblacional ha favorecido la problematización y politización de la vejez, visible en el incremento de la producción académica sobre el envejecimiento en las últimas décadas, la senda acumulativa de políticas sociales destinadas a las personas mayores o el interés del sector empresarial en las nuevas clases medias jubiladas. Por contra, el autor destaca que los movimientos sociales y sindicales han prestado escasa atención a estos procesos, con la salvedad del potente movimiento de pensionistas y, en los últimos años, el asociacionismo en torno a las residencias geriátricas.
El capítulo 7 supone un alegato contra las lecturas catastrofistas del envejecimiento poblacional, que plantean la insostenibilidad de los sistemas públicos de pensiones y sanidad debido al peso creciente del colectivo etario de personas mayores de 65 años. En este capítulo también realiza un análisis sobre las consecuencias de las políticas neoliberales en el sistema de cuidados de larga duración español. El autor destaca cómo la implementación de la Ley 39/2006 de Promoción de la Autonomía y Atención a las personas en situación de dependencia (LAPAD) ha estado marcada por las políticas de recorte presupuestario tras la crisis de 2008. Cruz también explora las consecuencias de la privatización de la gestión de los servicios públicos de atención a la dependencia. La gestión empresarial de servicios gerontológicos, como la atención residencial o domiciliaria, privilegia estrategias de contención del gasto, que precariza las condiciones laborales de las trabajadoras y tiende hacia la infradotación de plantillas, afectando negativamente a la calidad de la atención. El autor se pregunta por qué las personas mayores en situación de dependencia, y, en especial, las que viven en residencias, sufrieron un agravio comparativo por parte de los poderes públicos durante la gestión de la pandemia de la COVID-19. El razonamiento de Cruz recuerda a las reflexiones de las antropólogas Comas-D'Argemir y Bofill-Poch (2022), para quienes el ámbito de los cuidados de larga duración sufre una doble devaluación: una devaluación sexista del trabajo de cuidados debido a su feminización y vinculación al ámbito doméstico, entrelazada con la desvalorización edadista y capacitista de las personas mayores con necesidades de cuidados.
Los capítulos 8 y 9 se dedican a identificar y problematizar los principales estereotipos que sufren las personas mayores. Cruz señala que los medios de comunicación privilegian una imagen uniformizada y estereotipada de las personas mayores, que invisibiliza las vejeces no hegemónicas y supone un “empobrecimiento de nuestro imaginario sobre las posibilidades, la riqueza y la complejidad de la experiencia de la vejez en las sociedades contemporáneas” (pp. 225-226). Estos imaginarios operan como marcos afectivos sobre los que se articulan las diferentes formas de discriminación por razones de edad. El autor destaca los estereotipos edadistas que asocian las personas mayores con condiciones de deterioro cognitivo avanzado, situaciones de dependencia, sufrimiento de soledad no deseada o ausencia de vida sexual. Frente a este imaginario, recurre al paradigma del envejecimiento productivo para incidir en los múltiples aportes sociales realizados por las personas mayores, como el trabajo remunerado, la participación en acciones de voluntariado, el trabajo doméstico y de cuidados, la ayuda económica a familiares o actividades educativas (Miralles, 2010).
El capítulo 10 explora las diferentes formas de maltrato y violencia que sufren las personas mayores. El autor identifica y aporta datos sobre las diferentes manifestaciones de violencia estructural que sufre este colectivo -situaciones de pobreza severa por pensiones precarias que afectan especialmente a las mujeres mayores, situaciones de sinhogarismo o el abandono familiar-, así como diferentes modalidades de maltrato -físico, psicológico, emocional, económico, etc.-. En este sentido, Cruz señala que los medios de comunicación acostumbran a realizar coberturas sensacionalistas de los casos de maltrato a personas mayores que viven en residencias geriátricas, con relatos que culpabilizan a las trabajadoras de cuidados. El autor destaca cómo la lógica del beneficio contribuye a precarizar las condiciones laborales del sector, generando unas condiciones estructurales que favorecen la comisión de maltratos.
En definitiva, la primera parte del libro aporta una buena síntesis de los estudios clásicos y recientes sobre la historia de la vejez en lengua española, que será de gran utilidad para investigadores e investigadoras interesadas en los estudios etarios (ageing studies). La segunda parte ofrece una aproximación estimulante a diferentes problemáticas que afectan a las personas mayores en las sociedades capitalistas contemporáneas, recogiendo datos de fuentes estadísticas confiables y reflexiones propias fundamentadas en la literatura especializada y artículos críticos.
Alba, Victor (1992). Historia social de la vejez. Laertes.
de Beauvoir, Simone (1970). La vejez. Editorial Sudamericana.
Comas-d'Argemir, Dolors & Bofill-Poch, Silvia (2022). Cuidados a la vejez en la pandemia. Una doble devaluación. Disparidades. Revista de Antropología, 77(1), 1-11. https://doi.org/10.3989/dra.2022.001a
Cruz, Juan (2022). Edades de tercera. Historia y presente de una vieja desigualdad. Descontrol
Miralles, Ivana (2010). Vejez productiva: El reconocimiento de las personas mayores como un recurso indispensable en la sociedad. Kairos, (26), 1-14.
Minois, George (1987). Historia de la vejez. De la Antigüedad al Renacimiento. Narcea.
Polanyi, Karl (1987). La gran transformación. Crítica del liberalismo económico. La Piqueta.