Reseña de Medina-Vicent (2020) Mujeres y discursos gerenciales

Review of Medina-Vicent (2020) Mujeres y discursos gerenciales

  • Emma Gómez Nicolau
Portada libro

Maria Medina-Vicent (2020)
Mujeres y discursos gerenciales. Hacia la autogestión feminista. Comares.
ISBN: 9788490459300

En poco más de 100 páginas, el texto de Maria Medina-Vicent recoge y actualiza las reflexiones más relevantes sobre los Estudios Feministas del Management y lo hace con una propuesta interdisciplinar que bebe de la filosofía, la sociología, los estudios culturales y los estudios de género. La obra desgrana los discursos neoliberales que se expanden desde la literatura gerencial y que condensan la máxima del disciplinamiento social de las identidades para la consecución del éxito personal a través de la subjetivación del neoliberalismo, esto es: emprendimiento, autogestión y autoexigencia. Este proceso, que la autora diagnostica a través del análisis de la literatura gerencial dirigida a mujeres, se entreteje en los discursos populares del feminismo, convirtiendo el feminismo en un problema de autogestión.

En el primer capítulo se sitúan las bases de lo que podemos entender como el ethos neoliberal propio de la modernidad avanzada, generado a través de los procesos de precariedad y creciente desigualdad relacionados con el auge de la financiarización de la economía, la desregulación y la flexibilización de las relaciones laborales y la erosión de los sistemas de bienestar. Los valores individualistas y la cultura del esfuerzo se traducen en discursos en los que alcanzar el éxito y la felicidad es una responsabilidad individual. Y esta responsabilización individual de los éxitos, los fracasos y el bienestar subjetivo desatiende las desigualdades estructurales, así como las diversas opresiones que atraviesan a los sujetos. La literatura gerencial —tal y como también lo hará la literatura de autoayuda (Ehrenreich, 2011)— se centrará en suministrar claves sobre cómo gobernarse a sí mismos para lograr el éxito, destacando aquí el trabajo sobre la dimensión psicológica para promover la flexibilidad, la asertividad, la predisposición al cambio, la aceptación de las condiciones adversas —que se traducirá en la revisión neoliberal del concepto de resiliencia (Gill y Orgard, 2018)— pero también para aprender a hacerse cargo de las emociones y vencer los miedos. Un proceso que, en definitiva, promueve la despolitización.

En el segundo capítulo se analiza cómo la literatura gerencial dirigida a mujeres se expande al tiempo que crece la presencia de mujeres en el campo directivo y desempeña la función de reproducir los valores del sujeto neoliberal. La crítica feminista fue la encargada de poner de manifiesto como la idea de sujeto ilustrado era profundamente patriarcal y, cuyos valores de autonomía, independencia y capacidad de acción solo eran posibles para algunos sujetos (varones, blancos, propietarios y occidentales). La dificultad de que las mujeres encarnasen esos valores —por no hablar de las migrantes, las empobrecidas, las racializadas, las personas con diversidad funcional…— sin duda ha sido clave para articular la crítica feminista sobre la agencia y la crítica postestructural a la idea de Sujeto en mayúsculas. No es de extrañar, por tanto, que los discursos gerenciales dirigidos a mujeres reproduzcan el orden social. En estas páginas, Medina-Vicent analiza el “subtexto de género” contenido en las obras gerenciales, entendido como “las formas objetivadas, los procedimientos racionales y la organización conceptual abstracta que acaban por generar una apariencia de neutralidad e impersonalidad que oculta la clase, la raza y el género” (Medina-Vicent, 2020, p. 16) y que operan de manera prácticamente invisible. Los discursos gerenciales han sido emitidos fundamentalmente por los gurús del mundo empresarial, fundamentalmente hombres, que hablan sobre un espacio social preeminentemente masculino y que tienen como destinatarios los varones. En el capítulo, se aborda la emergencia de la literatura gerencial dirigida a mujeres y escrita por mujeres desde las precursoras de la teoría moderna de la gestión en la primera parte del siglo XX: Mary Parker Follet, autora que, frente al individualismo, propugnaba las experiencias creativas en las empresas mediante la creación de grupos de trabajo diversas en cuanto a posición social y ocupación; Lillian E. Moller Gilberth, estudiosa de la economía de los movimientos, precursora de los estudios de ergonomía y creadora de los palets para maximizar la productividad en la industria del ladrillo; y Rosabeth Moss Kanter, una de las primeras autoras en abordar la cuestión de género en la empresa y que responsabilizará a las empresas de otorgar iguales oportunidades, herramientas y recursos a mujeres y hombres para el desempeño de su trabajo. Según Medina-Vicent, el tono divulgativo de la obra de esta última la sitúa como puente entre las precursoras y las gurús empresariales de finales del siglo XX y principio del XXI que se centraran en el liderazgo femenino. Bajo esta temática, las gurús empresariales discuten y reordenan el género. Si en los 80 la idea fuerza subyacente era que hombres y mujeres tenían las mismas capacidades directivas, a partir de los años 90 proliferan obras que defienden la existencia de un tipo de liderazgo asociado a las mujeres, de corte esencialista y fundamentado en la diferencia sexual que revalorizará la intuición, el cuidado, la empatía, etc. En el análisis de las gurús empresariales del siglo XXI, Medina-Vicent se centra en Sheryl Sandberg, actual CEO de Facebook, autora del superventas Lean In. Women, Work and the Will to Lead (2013) y recoge a las mujeres en el top 30 del empresariado global, así como la presencia creciente de mujeres empresarias influencers en el contexto español, que solo se logra entender atendiendo al proceso de imperialismo cultural/gerencial anglosajón y que encarnan figuras como Nuria Chinchilla, autora que recoge los debates anglosajones sobre el liderazgo femenino, y que se difunden entre las numerosas asociaciones de empresarias y emprendedoras que han proliferado recientemente en el Estado español.

Es el tercer capítulo, “Una mirada feminista a los discursos gerenciales” en el que se analiza la dimensión prescriptiva de los textos a través de la Appraisal Theory. Se analizan seis textos best sellers, editados entre 2013 y 2017 en el contexto anglosajón. En ellos, el discurso del liderazgo femenino se reivindica a través de una perpetuación de los roles de género que se ponen al servicio del régimen neoliberal. En la construcción del liderazgo femenino, los valores predominantes que emergen son los relativos a la feminidad tradicional que remiten a la función cuidadora, emocional y empática de las mujeres. La referencia al pensamiento multitarea y capacidad multitarea se explica de manera más o menos esencialista que, en algunos casos perpetúa el neurosexismo acrítico. Las capacidades comunicativas constituyen el tercer elemento que dota de habilidades gerenciales a las mujeres que se plantea de manera dicotómica con respecto al estilo comunicativo masculino. Se promueve así un ejercicio del liderazgo esencialista y la promoción de una feminidad “siempre abierta a los entornos cambiantes del mercado” (Medina-Vicent, 2020, p. 43). Junto al liderazgo, el emprendimiento ocupa un lugar central en la literatura gerencial destinada a mujeres. El discurso del emprendimiento se construye como una posibilidad para tomar las riendas de la propia vida sostenido por la búsqueda de la autogestión y la aceptación de riesgos que tiene una especificidad propia en los discursos gerenciales destinados a mujeres basada en “la ocultación de las vulnerabilidades que las pudiera hacer parecer débiles en una contexto de marcada competitividad” (Medina-Vicent, 2020, p. 43) que tiene que ver con la gestión y planificación de la vida familiar y la expectativa social de ser madres. La autorresponsabilidad y autogestión en un contexto de precariedad creciente marca el desarrollo de un emprendimiento que implica adelantarse al mercado y arriesgar. Es en este punto en el que la autora se adentra en las teorías del capital humano a través del concepto de autoinversión, es decir, la inversión de las mujeres en las capacidades que puedan suponer para ellas una ventaja competitiva. En el caso de la literatura gerencial, esta inversión lleva de la mano la asunción de riesgos (ser madres, casarse y conformar una familia) que, en principio, si están bien previstos, se podrán amortizar en un futuro. El discurso de la maternidad y la familia ocupa un espacio central. Este apartado es en el que Medina-Vicent aporta más luz ya que discute con la idea ampliamente respaldada del equilibrio entre la vida profesional y familiar (work-life-balance). Bajo una apariencia de ‘libre elección’ el rol maternal está presente en estas obras de manera que se insta a las mujeres a actuar en consecuencia a sus opciones ‘tan libremente elegidas’. Para llevar a cabo la elección libre de la maternidad, los libros gerenciales analizados promueven planear las relaciones de pareja y emparejarse siguiendo la lógica del coste-beneficio, y planificar en función de la edad reproductiva y el aprovechamiento productivista de las tecnologías de reproducción asistida, como la preservación ovárica. Es en el análisis del work-life balance en el que la autora discute con Catherine Rottenberg (2018) para brindar un análisis muy interesante sobre la complejidad de la gestión de la dicotomía público/privado. Para Medina-Vicent, en la literatura gerencial se advierte de la imposibilidad de “tenerlo todo”, de encontrar un equilibrio entre la vida personal y la laboral. No hay un discurso de apoyo a la conciliación, sino que las desigualdades de género en el terreno productivo/reproductivo se dan por sentadas y, en este sentido, se insta a las mujeres a devenir sujetos neoliberales que centren sus esfuerzos en escoger y priorizar en cada momento. Libre elección para decidir cuándo deben apostar por su carrera o cuando deben invertir más tiempo en su familia o programar su maternidad: las mujeres se vuelven encargadas de autogestionar ese imposible equilibrio entre trabajo y vida personal.

En el capítulo cuarto, Identidades despolitizadas, se aborda cómo la conformación de las mujeres como sujetos neoliberales promueve su progresiva despolitización: mujeres autorreguladas, disciplinadas y disponibles para adaptarse al mercado y a sus exigencias cambiantes cuya lectura de las dinámicas sociales (desigualdades y opresiones incluidas) se promueve desde la lógica individual, obviando la dimensión estructural que atañe al género. En el capítulo se desgranan las operaciones discursivas del neoliberalismo en el contexto de sensibilidad postfeminista (Gill, 2007) marcadas por la ambivalencia y la contradicción ya que, si bien en las obras analizadas hay una reivindicación del legado feminista, se recomienda a las mujeres que sea cautas al jugar la ‘carta de género’ en el trabajo. Esto es, la lucha feminista quedaría para las mujeres pobres mientras que las exitosas deben hacerse valer por ellas mismas. Estos discursos, sin duda, vienen a alimentar el mantra de la libertad de elección y el empoderamiento como arma neoliberal (Banet-Weiser, 2018). El proceso de despolitización se intensifica con la incorporación del trabajo psicológico, el pensamiento positivo y la cultura de la felicidad, cuya alianza discursiva construye “sujetos feministas caracterizados por el individualismo y la búsqueda de la felicidad particular, ideas que desarticulan por completo las bases colectivas de la lucha feminista que buscan la consecución de la justicia social” (Medina-Vicent, 2020, p. 69). La superación de las barreras estructurales se torna una cuestión de superación personal, etiquetado como un empoderamiento de corte espiritual, focalizado en el individuo, no en el grupo, enfocado a vencer los miedos, a superar barreras, etc. Un trabajo emocional puesto al servicio del capitalismo que viene a reforzar una de las bases del dogma liberal: si trabajas por mejorarte a ti misma, mejoras el mundo; tus logros individuales, son logros para todas las mujeres.

El último capítulo está destinado a situar el feminismo como autogestión en el marco de la popularización del feminismo al que hemos asistido en la arena global en los últimos años. Esta mayor visibilidad del feminismo se traduce, por una parte, en una base consistente de movimientos y organizaciones que luchan por la consecución de derechos y, por otra, en un movimiento cultural cooptado por la cultura de consumo. En ese escenario, Medina-Vicent analiza las obras más recientes de divulgación feminista que difundirán también la lógica de autogestión feminista. Bajo la pregunta si el feminismo también se habrá convertido en una empresa más a gestionar, recoge las muchísimas obras, tanto en clave de guías ilustradas, como divulgativas y de entretenimiento, así como las destinadas al público infantil y a educar en valores igualitarios, que, si bien ponen de manifiesto el interés creciente en temáticas feministas, también lo hacen incorporando los discursos de la literatura gerencial. No obstante, la literatura gerencial también está en cambio y bajo la influencia de la popularización del feminismo. Se analiza en este capítulo la obra Feminist Fight Club. A Survival Manual for a Sexist Workplace de Jessica Bennet publicado en 2017 y que incorpora cambios sustanciales respecto a las obras gerenciales analizadas previamente: el autoetiquetaje sin complejos como feminista para un público joven marcado por la economía celebrity y dedicado al trabajo en las industrias creativas. En él se analizan las principales ambivalencias discursivas y se detecta la reemergencia de una conciencia feminista y, a su vez, la adaptación del neoliberalismo a este nuevo escenario. En el apartado ‘Repolitizar y colectivizar las identidades’ se plantean las claves para una agenda feminista del liderazgo, fundamentada en la interseccionalidad y el reconocimiento de las vulnerabilidades. Para ello se acogen los debates sobre la interdependencia y el reconocimiento para desarmar la noción liberal de Sujeto y se aboga por la ética de la solidaridad entre mujeres.

De una manera sencilla y con un estilo directo y claro, Mujeres y discursos gerenciales. Hacia la autogestión feminista expone cómo operan los discursos neoliberales en el terreno específico de las cuestiones de género. Es una obra clave para entender la emergencia de lo que popularmente se ha denominado ‘feminismo liberal’ y, sobre todo, para poner de manifiesto los elementos a través de los que se subjetiva el neoliberalismo en clave femenina para satisfacer a un mercado implacable en tiempos de precariedad e intensificación de las desigualdades.

Referencias

Banet-Weiser, Sarah (2018) Empowered. Popular Feminism and Popular Misogyny. Durham: Duke University Press Books.

Ehrenreich, Barbara (2011) Sonríe o muere. La trampa del pensamiento positivo. Madrid: Turner.

Gill, Rosalind (2007) Postfeminist media culture: Elements of a sensibility. European Journal of Cultural Studies,10(2):147-166. doi:10.1177/1367549407075898

Gill, R. and Orgad, S. S. (2018) The amazing bounce-backable woman: Resilience and the psychological turn in neoliberalism. Sociological Research Online, 23(2): 477-495. doi:10.1177/1360780418769673

Rottenberg, Catherine (2018) The Rise of Neoliberal Feminism. Oxford: Oxford University Press.