Reseña de Sánchez y Arciga (2019) Psicología cultural, narración y educación

Review of Sánchez y Arciga (2019) Psicología cultural, narración y educación

  • Anuar Malcon Gomezrey
Portada libro

José Simón Sánchez y Salvador Arciga (coords.) (2019)
Psicología cultural, narración y educación. Universidad Pedagógica Nacional/SOMEPSO.
ISBN: 9786074133165

La Sociedad Mexicana de Psicología Social (SOMEPSO), en colaboración con la Universidad Pedagógica Nacional (UPN), ha impulsado un proyecto con la educación como centro de atención. El título del libro deja claro sus temáticas: psicología cultural, narrativa y educación. En el libro, tales cuestiones son pensadas de diferentes formas: como perspectivas teóricas, ámbitos de problematización, así como objetos de estudio por sí mismos. Cada uno de los autores las toma de diversas maneras. Sin embargo, entre las plumas, procedentes de diferentes disciplinas, hay puntos en común: el interés por las experiencias de las personas, aquello que dota de sentido a su jornada diaria y los momentos particulares con los cuales se ve constituida. Tal convergencia la sitúan en una premisa teórica fundamental, a saber, dichas vivencias están enmarcadas en contextos sociales y culturales de mayor amplitud. Y para reflexionar tal principio, y la forma en que sucede, acuden a la narrativa como fenómeno discursivo propio de la vida cotidiana. De esta forma, abordan las relaciones que hay entre la cultura y una multitud de asuntos tales como la misma vida cotidiana, el pensamiento, la enseñanza, el género y el yo.

El libro está dividido en dos partes. La primera tiene mayor cercanía con el ámbito de la reflexión abstracta y se titula “Perspectivas teóricas: cultura, narrativa e historia”. Aquí son desplegadas las perspectivas de conocimiento, sus conceptos y sus rasgos más importantes. En esta recuperan, a su vez, los avatares históricos por los que han transitado: las disputas epistemológicas con otras corrientes.

Y, en efecto, así inicia Jorge Mendoza García su contribución “Narrando al yo: cómo construimos la realidad de las personas” con unas breves notas sobre una psicología de raigambre individualista, intracraneal le dicen algunos, que ha hablado, y lo sigue haciendo, del yo, de la persona o del “sí mismo” como propiedad intrínseca del individuo. E inmediatamente después menciona que a la par se desarrolló, y también continúa haciéndolo, una versión de corte social y cultural que tuvo a bien llamarse psicología de los pueblos o de las masas, o bien, psicología colectiva y luego psicología social. Con tal visión, argumenta el autor, la persona es configurada en virtud del grupo al que pertenece y la interacción y las relaciones sociales que son mantenidas entre unos y otros. Y para dar cuenta de este yo se utiliza la narración como matriz de observación de, entre otras cosas, los relatos que las personas ocupan para dar cuenta de sí mismas. A su vez asume a partir de varios teóricos, entre los cuales se encuentran George Herbert Mead, Jerome Bruner, Kenneth Gergen y John Shotter, que el sentido personal de la existencia está moldeado por la cultura y el pasado de los ámbitos sociales en los que nos movemos, esto es, por la historia. En suma, el texto se ocupa de dar con los aspectos, las particularidades, características, también con las peculiaridades, del concepto de narración para mostrarlo en sus diferentes posibilidades, por ejemplo, como perspectiva de análisis, metodología y fenómeno social.

José Simón Sánchez Hernández, en su texto “Psicología cultural, narrativa y educación”, se apoya principalmente en la obra de Jerome Bruner y realiza una empresa similar que el trabajo anterior al hablar de la psicología cultural, el problema de la relación mente y cultura y la gestión del conocimiento en sus formas paradigmática y narrativa. En general, expone la influencia de la cultura en el desarrollo mental, con especial énfasis en cómo acontece a partir del pensamiento narrativo. Y su particularidad es presentar el papel de los relatos y la narrativa en los procesos educativos. De esta manera, insiste en una perspectiva cultural de la psicología vertida en una teoría de la enseñanza y el aprendizaje para la comprensión de la educación más allá de las idiosincrasias individuales. A su vez, y en términos generales, propone hacer uso de la narrativa para que la actividad docente pueda ayudar a los alumnos a explicitar sus creencias y conocimientos con el fin de reexaminarlos y ampliarlos.

Salvador Arciga Bernal y Manuel González Navarro cambian un poco el tono del libro con su trabajo “La narrativa participativa”. Un planteamiento que gravita en torno a la discusión teórica y el manifiesto político. Con una intrincada redacción y un lenguaje profuso en términos teórico-sociales comentan y exponen distintas problemáticas actuales, de diversos órdenes, entre las que se encuentran la educación y su función social, la democratización de la razón y la reconsideración del Estado Nación, por mencionar algunas. Asimismo, discuten el papel que juegan las distintas narrativas expresadas sobre la capacidad de construir y reorganizar la participación, así como sobre asumir la responsabilidad de las necesidades propias.

Amílcar Carpio Pérez da otro giro al libro: si en los primeros trabajos se privilegiaba el orden de la interacción como nivel de análisis, aquí se procura un nivel diferente, más cercano a uno estructural. Su trabajo realiza una investigación documental de corte histórico sobre los libros de texto gratuito en México. En “De historia y poderes de lo escrito: libros de texto y las condicionantes de su escritura” el autor destaca los problema de enseñanza y escritura de la Historia en México con particular atención a los libros mencionados que versan sobre la Historia en Educación Básica. Se compone de tres partes. La primera hace un recorrido por algunas corrientes historiográficas y los argumentos que relacionan a la Historia con el poder. Por ejemplo, se asume que lo escrito y lo impreso puede ser una herramienta de poder en manos de grupos especializados, o bien, que desde el Estado Nación se selecciona, define y evalúa el pasado. La segunda parte refiere al problema de la banalización de la escritura de la historia y sus repercusiones en la enseñanza de la disciplina en México. En tal apartado puede encontrarse de forma sucinta los orígenes de los libros de texto gratuito en México, las críticas que se le hacen a tales materiales, y las dudosas, o banales, propuestas escritas que surgieron como contrapartida. Y en la última sección se construyen las condicionantes institucionales en la enseñanza de la historia. Como podrá ser intuido, el Estado y sus instituciones como la SEP hacen su aparición, no menos que varias figuras políticas de la época.

La segunda parte del libro se titula “Las prácticas educativas y relatos de vida”. A partir de aquí no deja de haber argumentos teóricos y trabajo conceptual, pero principalmente se encuentran investigaciones empíricas de corte cualitativo.

Neftalí Secundino Sánchez y Laufen Santana Flores inician dicha sección con su texto “Mediación, artefactos y docencia. Un enfoque desde las prácticas”. A partir de las corrientes socioculturales de inspiración vigotskyana recuperan el concepto de artefacto para analizar la actividad docente con sus prácticas como referente empírico. Al principio de su contribución discuten el término de artefacto como objeto constitutivo del pensamiento. En tanto herramientas de la actividad mental, muestran sus tipos y alcances, como lo puede ser la transmisión de habilidades, la representación y la abstracción, o bien, cuando son utilizados por un individuo o un grupo, también si se destinan a la reflexión o a la comprensión. Después analizan dos situaciones de enseñanza y aprendizaje. A partir de videograbaciones de dos clases y entrevistas complementarias a las profesoras participantes, hablan de los artefactos ocupados en dichas situaciones con los alcances y limitaciones de cada uno. De esta forma, reflexionan sobre la actividad docente y los posibles caminos que hay para mejorarla.

Julia Salazar Sotelo, en su trabajo “La narrativa en la enseñanza de la historia a nivel universitario”, parte de una preocupación: la dificultad de enseñar historia. Observa las razones de esta complicación en la forma en que ha sido enseñada, de forma lineal y memorística, por ejemplo. Con objetivos, ya sea implícitos o explícitos, tales como “enriquecer” la cultura o entretener con información. Aunado a ello, y sobre todo en el sentido común, se la toma como una materia inútil, o bien, como un instrumento ideológico del poder. Ante tales dilemas, la autora argumenta a favor de un uso de la narración en dos sentidos entrelazados para enseñar historia. El primero radica en su función pedagógica: acercar al estudiantado a las particularidades de los acontecimientos al momento de presentarlos como una trama de vivencias, por ejemplo. Y el segundo tiene una papel epistemológico: problematizar el presente de los alumnos, mediante una investigación histórica construida narrativamente, para comprender el pasado. Este trabajo gira alrededor de la reflexión teórica y la experiencia personal para generar herramientas educativas.

Los últimos dos capítulos del libro están atravesados por la categoría de género. Norma Ramos Escobar, en su trabajo “Narrando la vida y la experiencia escolar: historias de maestras potosinas”, lo deja claro cuando estudia la experiencia escolar que maestras potosinas escriben en una parte de sus tesis de la universidad, en particular al mencionar la presencia de su condición de género en las diferentes facetas involucradas con su formación profesional como docentes. En esta contribución la narración es ocupada como fuente de información para conocer la historia desde sus protagonistas. De esta forma, la autora extrae las diversas circunstancias y vicisitudes que mujeres potosinas, en su camino para convertirse en maestras, han vivido y experimentado. Además de un trabajo de investigación, propone este tipo de metodologías con el fin de reflexionar sobre el presente de quienes precisamente lo están viviendo.

El trabajo “Margarita: biografía de una madre adolescente en un contexto de pobreza urbana” de Gloria Elizabeth García Hernández cierra el libro. Es una investigación que pone en relación la estructura y la agencia, el contexto y la trayectoria de vida. El escenario estudiado es el de un barrio marginal urbano y la vivencia es el embarazo de una mujer adolescente. Aquí se echa mano del método biográfico, no únicamente para recopilar los datos necesarios, sino también para articular las dos dimensiones mencionadas antes. A partir de tal forma de narración, la autora ubica distintos niveles sociales involucrados (comunidad, familia, etc.), así como particularidades temporales que marcan transiciones y puntos de inflexión. El trabajo muestra lo fecundo que pueden ser este tipo de métodos para pensar el impacto de las condiciones sociales en la vida de las personas, sin olvidar que no todo desemboca en una determinación unilateral, es decir, también hay una agencia ante dichas condiciones.

En suma, el libro en su totalidad ofrece trabajos e investigaciones interesantes. Sin embargo, se le pueden hacer un par de críticas. Por un lado, en los trabajos teóricos no hay una muestra o una breve exposición sobre los límites de la narración al momento de estudiar la realidad social. Por ejemplo, exponen a los grandes referentes como si no tuvieran omisión alguna en sus escritos. Se antoja que los autores del libro podrían haber expuesto lo que ellos pensaban sobre sus respectivos objetos de contemplación. Por el otro, en los trabajos empíricos no hay una retroalimentación de la teoría con los resultados a los que llegaron en sus indagaciones. Se extraña esa insistencia de la investigación cualitativa en pensar a su vez la teoría misma con las propias investigaciones realizadas.

Ahora bien, el libro no deja de ser un fuente provechosa para acercarse al trabajo multidisciplinario en torno a una investigación social que privilegia el lenguaje y la experiencia social. Podrán ser criticados los trabajos que el libro contiene, pero para ello hay que leerlos.