Ricard Huerta (2016) Transeducar. Arte, docencia y derechos LGTB. Egales. ISBN: 978-84-16491-61-2
Ricard Huerta, investigador y docente de la Universidad de Valencia (España) es conocido principalmente por sus aportaciones en el campo de la educación informal y por el acercamiento de las artes al espacio amplio de la cultura visual. Se le reconoce como propulsor de la educación en museos, de las enseñanzas y aprendizajes en la ciudad, de la educación artística con base en la investigación. Desde hace años enarbola la lucha por los derechos humanos del colectivo LGTB desde la educación artística, impulsando iniciativas como la publicación de monográficos en diversas revistas españolas, del libro Educación Artística y Diversidad Sexual, o divulgando este conocimiento a través de conferencias. Coherente con esta línea de investigación, plantea ahora un nuevo trabajo en el que confluyen arte, docencia y derechos LGTB, titulado Transeducar. Un libro que a mi parecer está principalmente dirigido a empoderar al profesorado en activo o en formación desde la pasión y la ironía que le caracterizan.
En Transeducar plantea un debate que nos ayuda a reflexionar sobre el panorama de la diversidad sexual, visibilizando diferentes realidades sociales y culturales todavía ocultas en las aulas. Sin prescribir recetas, nos incita a actuar sobre la realidad en la que vivimos desde nuestra responsabilidad de orden social. Y para ello propone la educación artística, como geografía plural que relaciona a individuos y su entorno, desde las visualidades del cine, la televisión, los videoclips, la publicidad, el diseño, la moda o los videojuegos. Las representaciones mediáticas y las imágenes con tratamiento social o tecnológico, se potencian como punto de proximidad al alumnado actual. Las artes se defienden como vehículo educativo por su mayor permisividad hacia las costumbres y por propiciar la expresión de ideas y vivencias.
Si el lector es ajeno a las artes, pero desea dirigir la educación hacia el cambio social, hacia mayores cotas de libertad y hacia la consolidación de los derechos ya conseguidos; encontrará igualmente atractiva la propuesta. Porque como apoyo a cualquier educador, el autor ofrece un gran número de autores y obras, desde las que trabajar as
pectos vinculados a la diversidad sexual, sea cual sea la materia en la que se enseñe. De las vanguardias destaca a John Singer Sargent, Federico García Lorca, Claude Cahun y Andy Warhol. Entre los investigadores destaca a Juan Vicente Aliaga y José Miguel García Cortés. Desde los postulados feministas insiste en dar a conocer el trabajo de mujeres como Frida Kahlo, Cindy Sherman, Jenny Holzer, Carmen Calvo, Louise Bourgeois, Barbara Kruger, Nan Golding, Esther Ferrer, Carmen Navarrete, Mona Hatoum, Ana Mendieta, Marina Abramovic, Regina José Galindo, Ana Casas Broda, María Teresa Hincapié, Paz Errázuriz, Lygia Clark, Maya Goded; y colectivos como Cabello-Carceller, Polvo de Gallina Negra, Guerrilla Girls, Laperrera, Mujeres Públicas. Como buenas prácticas propone hablar de arte actual en las aulas o en los talleres de artistas, especialmente con jóvenes mujeres vivas. Atento a las otredades LGTB potencia la lectura de obras de artistas como Leonardo Da Vinci, Michelangelo Buonarroti, Caravaggio, Jasper Johns, Robert Rauschenberg, Cy Twombly, Félix González-Torres, Pepe Espaliú, Pedro Lemebel, Carlos Motta, Juan Dávila, y Gilbert & George. Sin descuidar las aportaciones de quienes se han comprometido con la lucha de los derechos humanos como Carlos Leppe, Pedro Lemebel, Sergio Zevallos, Fernando Arias o Carlos Motta. Además da a conocer los materiales editados por Raquel (Lucas) Platero, Asun Pié, Gerard Coll-Planas, Pichardo y Miquel Missé.
La lectura de este ejemplar nos aproxima a una terminología alejada de los contenidos curriculares, pero que se propone incluir en las escuelas, institutos y universidades para promover el respeto y la convivencia: aula armario, transexualidad, transgénero, travestismo, intersexualidad, homosexualidad, cisexualidad, heterosexualiad, desviaciones, binarismo sexo-género, prejuicios, tópicos, estereotipos, mitos, patriarcado machista, heteronormatividad, androcentrismo, intolerancia, discriminación, marginación, homofobia, transfobia, bifobia, lesbofobia, bullying homofóbico, delitos de odio, feminicidio, armariaje relativo, autocensura, ocultaciones, postulados queer, armario curricular.
Desde la afirmación “todos somos trans”, todos somos diferentes o raros, logra hacernos comprender cómo de diverso es el tránsito de las identidades, no solo en cuestión de género sino también en otras categorías sociales construidas e interrelacionadas como la clase, raza, creencia o nacionalidad. Desmitificando así el concepto de normalidad en base a los postulados queer. Con ello nos sitúa en la complicidad de los acontecimientos. Por ende nos saca del inmovilismo habitual, instándonos a informar, discutir, reivindicar y transferir un bagaje cultural al alumnado que transmita valores a favor de la inclusión, la aceptación de la diversidad y de las minorías. Propone romper con las barreras de tipo racial, religioso, económico, de género u opción sexual, con base en el pensamiento crítico, el antirracismo, la poscolonialidad, los estudios críticos con la diversidad funcional o el feminismo de tercera ola.
Una de las mejores aportaciones de este volumen es el enfoque transversal que subraya el papel de varias disciplinas en el legado a la diversidad sexual: cine, literatura, historia, filosofía, artes visuales, música. Con ello pone en valor a personajes y al trabajo de creadores de gran valía cuya condición se ha invisibilizado (aunque guardara estrecha relación con el contenido y sentido de sus obras), a menudo por el rechazo a la diferencia o por el tabú alrededor de la homosexualidad. Expone la necesidad de incorporar la filmografía en las aulas, por ser las imágenes de los universos mediáticos las más penetrantes. Como gran cinéfilo que es, Ricard Huerta nos da a conocer la vida del actor Rock Hudson, del guionista Gore Vidal, o un vasto listado de películas del cine reciente -aclarando por qué son representaciones visuales clave en el repertorio LGTB-. Las referencias a las producciones cinematográficas son la base de una de sus propuestas didácticas, basada en el análisis de fragmentos de cada film; aunque también los videoclips por ejemplo de Derek Jarman. Por otro lado encuentra en la literatura biografías y obras tan interesantes como las de Terenci Moix, Pier Paolo Pasolini, Oscar Wilde, Jean Genet, Didier Éribon, Óscar Contardo o Jeanette Winterson. Y por supuesto la poesía de quienes sufrieron por su orientación sexual: Thomas Mann, Luis Cernuda, Konstandinos Kavafis, Jaime Gil de Biedma o Joan Fuster. Son aportaciones desde las que introducir saberes relativos a la tolerancia y los sentimientos en las prácticas educativas, con la necesaria reflexión subyacente.
Ricard Huerta además es artista plástico y lo demuestra acompañando al texto de imágenes pictóricas. Estas ilustraciones desvelan una más de sus pasiones: la tipografía. De modo que otras letras, más próximas al dibujo, le sirven para homenajear a personajes como Alejandro Magno o Tomás el incrédulo, entre otros muchos. A su vez, las pinturas le ayudan a generar pausas en la lectura, porque este escritor posiblemente por su formación musical, es muy consciente de la necesidad de provocar ritmos en la narración.