Etnografía conectiva de una práctica de intercambio de archivos: el caso búlgaro

A connective ethnography of a file sharing practice: the Bulgarian case

  • Maya Ninova
Este texto es un resumen de mi tesis doctoral en que intento mostrar algunos puntos clave del estudio. He optado por comentar de manera muy concisa las motivaciones que me han llevado a realizar el estudio en Bulgaria pero también mi inspiración metodológica y el trabajo de campo que he realizado. Aquí, introduzco también los tres principales actores en la red construida como resultado del trabajo etnográfico: Proveedores de Internet, Páginas torrent y Páginas de subtítulos.
    Palabras clave:
  • Etnografía
  • Intercambio de archivos
  • Comunidades online
  • Redes sociales
This text is a summary of my dissertation where I try to show some key points of the study. I chose to discuss very concisely the motivations that have led me to conduct the study in Bulgaria but also my methodological inspiration and the fieldwork I have done. Here, I also introduce the three main actors in the network of relations, constructed as a result of the ethnographic study: Internet Providers, Torrents Trackers and Subtitling pages.
    Keywords:
  • Ethnography
  • File Sharing
  • Online Communities
  • Social Networks

1 La práctica de intercambiar archivos

El intercambio de archivos por Internet es un tópico muy discutido en la sociedad contemporánea (e.g., Andersen y Frenz, 2007; Johnson, Mcguire y Willey, 2009) básicamente porque se cuestionan las nociones de propiedad intelectual y control sobre el flujo de artefactos culturales.

La industria dicta cuándo, dónde y cómo vamos a acceder al "conocimiento" pero esta posición hegemónica se ve amenazada por la llegada hace dos décadas de Napster que aportó a los consumidores mayor elección para acceder a la música a su conveniencia y a un precio que estaban dispuestos a pagar (Poblocki, 2001). Napster fue el precedente de un modelo de circulación desde abajo que alteró las "maneras tradicionales" de la industria que habían existido desde hace décadas, estableciendo las reglas de distribución, acceso y uso de artefactos culturales. Estos cambios resultaron en la eliminación de muchos jugadores, proceso llamado "desintermediación". Así mismo, las actividades de intercambio de archivos son un desafío muy serio para las relaciones de poder y las jerarquías, a través de unas formas de participación, nunca vistas antes (Vandersen, 2012).

2 Situando el estudio

Compartir o intercambiar archivos por Internet es a menudo nombrado simplemente como piratería ya que muchas veces el contenido que se comparte tiene derechos de autor y el acto es visto como conflictivo desde el punto de vista legal. La literatura académica sobre el intercambio de archivos en diferentes disciplinas hasta la fecha se centra principalmente en tres aspectos:

  • Legal – relacionado con las implicaciones de protección de los derechos de autor del material descargado (e.g., Cesarini y Cesarini, 2008; Eivazi, 2012; Filby, 2013; Mansell y Steinmueller, 2013),
  • Comercial – relacionado con el impacto económico de la descarga (e.g., Andersen y Frenz, 2010; Asghari, van Eeten y Mueller, 2012; Fung y Lakhani, 2013; Giese, 2004), y
  • Cultural – situando el fenómeno como componente de la cibercultura (e.g., Baym, 2011; Beekhuyzen, von Hellens y Nielsen 2011; Cenite, Wang, Peiwen y Chan, 2009; Condry, 2004; Haigh, 2009; Lessig, 2008; Newman, 2012; Steinmetz y Tunnell, 2013).

Mi tesis doctoral se sitúa en la clasificación cultural, explorando la manera en que intercambiar o compartir archivos llega a formar parte de la vida cotidiana de los consumidores, entendido dicho fenómeno como intercambio de archivos para uso estrictamente personal.

Por un lado, la idea de este estudio surge a raíz de mi interés por explorar cómo la tecnología, y en este caso, la tecnología de Internet ha sido apropiada e interpretada por la gente para ser incorporada en su vida de acuerdo a su cultura y sociedad local. El intercambio de archivos por Internet es una práctica globalmente extendida pero las personas que participan en ella se encuentran en un lugar físico y la práctica en cuestión ocurre en su contexto sociocultural concreto que está influenciado por factores de diferente índole.

Por otro lado, situar el estudio en Bulgaria surge como consecuencia de un encuentro mío con una web de intercambio de archivos en uno de mis viajes al país. Lo que me llamó la atención en aquel entonces era que la web venía recomendada por el Proveedor Local de Internet y que toda la gente que conocía intercambiaba archivos por Internet y además lo tenía tan naturalizado y asumido como cotidianidad que se quedaba invisible para ellos.

Yo, en cambio, aunque siendo búlgara, lo veía, creo que en parte era porque vivía en otro contexto cultural, además estudiaba tecnología e interacción online y estaba influenciada por discursos, teorías y estudios que leía sobre fenómenos sociales en Internet. También por estos antecedentes, me llamaba la atención que gran parte de la literatura sobre aspectos sociales y culturales de Internet se centraba en explorar fenómenos online en ciertos lugares del mundo y prácticamente no existía literatura sobre países de Europa del Este.

En cuanto al fenómeno que es objeto de estudio en mi trabajo, la situación era aún peor, Europa del Este aparecía en estudios sobre aspectos legales y económicos pero simplemente como La Meca de la piratería o una plaga que necesita ser exterminada (e.g., Bakardjieva, 2005; Cosovanu, 2006; Kshetri, 2013; Sáez, 2004) .

Como consecuencia de mis extrañamientos, llegué al terreno con las siguientes preguntas exploratorias:

  • ¿Cuáles son las características del fenómeno en el contexto de Bulgaria?
  • ¿Cuáles son las razones para formar parte de dicha práctica?
  • ¿Cómo podría interpretarse la práctica considerando el contexto local en que ocurre?

3 De la etnografía multisituada a la etnografía conectiva

Para entender el fenómeno de la práctica de intercambio de archivos en Bulgaria llevé a cabo un estudio etnográfico. Mientras me centro en explorar el intercambio de archivos en un país con fronteras geográficas, mi trabajo estudia espacios virtuales que articulan, pero no necesariamente encajan, con esta localización geográfica. La comunicación mediada por ordenador, como dice Christine Hine (2000) es a la vez situada en el tiempo y el espacio local, ocurre a través del espacio y el tiempo, y el desafío ha sido cómo localizar el proyecto cuando la práctica y las personas que se estudian fluyen, y no es tan fácil ubicarlos simplemente como "online" u "offline".

La fuente de inspiración metodológica para el estudio ha sido la idea de la etnografía multisituada. Como argumenta George Marcus (1995), la cultura no necesariamente está fijada espacialmente, sino que es constituida por flujos globales desde y en el sistema mundial. Marcus recomienda estrategias de seguimiento como una manera de proveer proyectos coherentes, incluyendo: "seguir los objetos", "seguir la metáfora", "seguir el argumento" , "seguir la biografía" y "seguir el conflicto". El argumento central aquí es el enfoque móvil que acentúa la conectividad y el movimiento en las prácticas sociales, y estos dos asuntos metodológicos críticos son especialmente importantes para los trabajos etnográficos sobre prácticas de Internet y que son considerados por cada vez más investigadores.

Por ejemplo, Anne Beaulieu y Elena Simakova (2006) usan hipervínculos dentro de una base de datos (Magnetic Resonance Imaging Data Center) como objeto etnográfico, construyendo el campo a través del seguimiento de las huellas de los hipervínculos. En su estudio sobre la sistemática, Christine Hine (2007) explora las conexiones entre diferentes actividades, incluyendo intercambio de mensajes de grupo, observaciones institucionales, entrevistas e hipervínculos. Para Hine, el punto de entrada ha sido una lista de correo que la investigadora ha usado como fuente de datos y ha complementado con entrevistas. En su estudio sobre el uso de redes sociales entre los adolescentes como manera de gestionar su identidad, Danah Boyd (2008) usa la etnografía en red, analizando perfiles de MySpace de adolescentes estadounidenses y los entrevista acerca de sus prácticas online.

Un enfoque que da cuenta de los flujos y resalta el movimiento y la conectividad es provocativo para repensar los estudios sobre prácticas sociales en Internet, precisamente porque permite realizar el trabajo de campo sobre fenómenos sociales que ocurren a través del tiempo y el espacio.

Extender el trabajo de campo de esta manera levanta algunas preguntas interesantes. ¿Debemos definir el campo a través del movimiento y la vivienda del que lleva a cabo el estudio o, alternativamente, como el espacio en que el fenómeno social ocurre? Estas cuestiones ya no son consideradas la misma pregunta. Como George Marcus (1998) comenta, la etnografía contemporánea es a menudo un estudio de partes y no de totalidades.

Así, en mi trabajo he adoptado un enfoque etnográfico móvil para dar cuenta de los flujos y resaltar la conectividad.

Otro aspecto que se vuelve crucial en la práctica etnográfica sobre fenómenos online es la idea de la construcción del campo en lugar del descubrimiento del mismo. La construcción del campo es más bien resultado de la investigación y no su precursor, siendo este también el caso de mi campo de trabajo en este estudio sobre la práctica de intercambio de archivos por Internet.

Siguiendo la naturaleza misma del fenómeno que estudiaba, me veía obligada a moverme de un sitio a otro y muchas veces omitiendo áreas enteras en ciertas páginas y contando con mis informantes para completar el mapa. El campo se iba configurando conforme avanzaba en mi investigación y tenía que tomar decisiones constantemente sobre qué partes incluir o excluir para poder seguir adelante ya que la práctica misma ocurría en contextos digitales que se solapaban y además estaban interconectados. El resultado de este proceso es la construcción de una red a través de la observación de conexiones performados por los participantes mismos.

Hacer trabajo de campo implicó: 1) mantener conversaciones informales con gente cara a cara en mis viajes a Bulgaria, 2) observar sitios online y participar en algunos de ellos, 3) realizar entrevistas cara a cara pero también online con gente que participaba en la práctica, 4) entrevistas a expertos (gente que eran Proveedores de Internet o trabajaban en empresas que vende Internet), y 5) exploración de documentos, publicaciones online, tanto en los medios masivos como en páginas web en búlgaro, así como algunos estudios estadísticos.

Al principio del estudio quienes me servían de informantes eran personas de mi red personal en Bulgaria. Estas personas fueron fuente de información a lo largo de todo el trabajo y algunas de ellas me ayudaron a establecer contacto más adelante con Proveedores de Internet que eran especialmente difíciles de acceder a una entrevista. Para familiarizarme con la práctica hice un mapeo dentro del Espacio de Internet Búlgaro1 navegando por torrents privados, foros de discusión, páginas web de Proveedores Locales de Internet. Revisé muchos documentos en páginas web y blogs en búlgaro, estadísticas online y opiniones, ya que la literatura oficial era prácticamente inexistente.

Zamunda.net y Subsunacs.net fueron las dos páginas que elegí para hacer unas observaciones más prolongadas y participar hasta donde era posible. Dichas páginas fueron identificadas como referencias en la práctica de intercambio de archivos por Internet en Bulgaria. Zamunda.net es el torrent más grande búlgaro que constantemente aparecía en mis conversaciones y entrevistas pero también en referencias en otras páginas en búlgaro. Subsunacs.net, por otro lado, es la página pionera para hacer subtítulos en búlgaro.

En el proceso de trabajo realicé 22 entrevistas semi estructuradas y clasifiqué los participantes en varios grupos, como uploader, downloader, traductor y experto, aunque esta clasificación es artificial ya que resultó que todos los entrevistados descargaban archivos, es decir, operaban como downloaders.

4 El estudio y los actores

El resultado del trabajo etnográfico es la construcción de una red con tres núcleos o actores principales identificados en el proceso: Proveedores Locales de Internet, Torrent Trackers y páginas de subtítulos en búlgaro.

Cada uno de estos actores tiene sus propias dinámicas y características, y a su vez participan y generan redes múltiples, pero en lo referido a la práctica de intercambio de archivos por Internet tienen su papel y hacen que el sistema funcione, por ahora, a la perfección para el usuario búlgaro.

4.1 Proveedores de internet

Voy a empezar con algunos datos y hechos en relación a los Proveedores Locales de Internet que son importantes para comprender el estado actual de la práctica y cuya historia ha sido reconstruida gracias al trabajo de campo y los informantes en este estudio.

4.1.1 Penetración

Uno de los requisitos más importantes para compartir o intercambiar archivos por Internet es tener buena velocidad de Internet y en Bulgaria este requisito es cumplido por la oferta de prolifera de fibra óptica ofrecida por una multitud de Proveedores Locales de Internet. Todos los Proveedores en el país ofrecen fibra óptica con la excepción de la Compañía Nacional de Telecomunicaciones que ofrece ADSL.

Esta situación particular de actores involucrados en el suministro de Internet es consecuencia de un conflicto entre la Compañía Nacional de Telecomunicaciones y el resto de empresas que data desde los años noventa.

En los años inmediatamente después de la caída del comunismo, la Compañía Nacional de Telecomunicaciones, que tenía hasta aquel momento el monopolio sobre la infraestructura telefónica, denegaba el acceso a otras empresas y posteriormente fijaba precios muy altos para el uso de su red.

Existía también un vacío administrativo y legal y gente emprendedora aprovechó la situación para crear sus propias redes, independientemente de la Compañía Nacional. Todo era muy amateur y estas redes locales de cables se podrían ver colgando entre las viviendas y muchas veces existían múltiples proveedores dentro de la misma ciudad operando en diferentes barrios. Lo importante era que ofrecían un servicio barato para el ciudadano búlgaro que carecía de recursos.

Después de un largo procesos de privatización, la Compañía Nacional lanzó la conexión ADSL, pero esta oferta llegó una década más tarde, y después de que el resto de proveedores ofrecían ya fibra óptica, gracias a las redes independientes que habían construido en los 90 y que se mejoraban constantemente.

Así, actualmente en el país no existe monopolio de Internet por parte de la Compañía Nacional y de hecho, dicha compañía ni siquiera es actor importante en el suministro de Internet en Bulgaria. El número de usuarios que tiene es insignificante — unos 200 000 abonados de un total de 4 000 000 usuarios de Internet en el país.

Hay que reconocer que, en una situación caracterizada por un clima económico complicado y la ausencia de medidas administrativas hacia la creación de un entorno favorable para la penetración de Internet, gente emprendedora ha realizado maniobras creativas para suministrar Internet al usuario búlgaro.

4.1.2 Servicios gratuitos

Estas mismas compañías de Internet también jugaron un papel muy importante en la introducción masiva de intercambio de archivos por Internet en Bulgaria, que en aquellos años era una práctica accesible solamente a gente del mundo de la informática. Los dueños de estas primeras compañías la interpretaron como una oportunidad de negocio para ganar clientes.

Paralelamente con el servicio de Internet, había compañías como ProLink (Techno-Link) que desarrollaron sistemas para compartir archivos donde los usuarios podrían subir información en directorios visibles para otros usuarios que a su vez podrían descargar esta información desde un servidor central que era seguro. Estos servidores gratuitos se mantenían con el objetivo de obtener ventajas y ganar más clientes que los proveedores que no los ofrecían y también para mantener a los clientes dentro de la conectividad nacional del país y así pagar menos limitándose a tráfico nacional.

La mayoría de estos servidores fueron cerrados por el gobierno bajo la presión de instituciones extranjeras que luchaban contra la piratería. Los proveedores más pequeños ocultaron sus servidores pero los más grandes empezaron a transferir el contenido de los servidores hacia sus clientes y operaban como meros brokers de sus redes p2p.

Luego empezaron a aparecer torrents privados como sustituto. Oficialmente estos torrents privados no pertenecen a las compañías, pero reciben su apoyo, y todos los informantes para este estudio han confirmado que sus respectivos proveedores de Internet se asocian con una página torrent, por muy pequeña que sea su base de datos.

4.2 Páginas torrent/zamunda.net

Zamunda es el torrent tracker estudiado en mi trabajo de campo y es un directorio diseñado para distribuir a través de tecnología BitTorrent instrucciones acerca de contenido disponible para compartir. El torrent es un archivo de texto con información que está anotada en el directorio, se ve como enlace, y contiene información sobre la ubicación del contenido para descarga, contenido que en sí mismo no está almacenado en el directorio. Para abrir dicho archivo es necesario usar software como BitTorrent o uTorrent para descargarlo.

Existen dos tipos de directorios torrent o torrent trackers, públicos y privados. Un ejemplo de tracker público es ThePirateBay, que no requiere registro y los usuarios pueden navegar libremente en el directorio sin necesidad de cumplir requisitos, de seguir reglas ni tener que compartir dentro del directorio. Los trackers privados requieren registro e imponen reglas y normas de comportamiento.

Zamunda.net que ha sido explorada para este estudio, es un tracker privado y actualmente el más grande de Bulgaria. La web Alexa.com lo ubica como uno de los sitios web más visitados en el país. Otros trackers populares en el país son Arena.bg, Masters-tb.com, P2PBG.com, por nombrar algunos y todos son privados, es decir, requieren registro. Es imposible saber cuál es el número de trackers que operan en Bulgaria ahora mismo, pero Zamunda, sin lugar a duda, es el más consolidado y popular de todos.

Mis observaciones y experiencia personal me hacen pensar que en Bulgaria la audiencia de los trackers es muy parecida a la audiencia convencional de música y películas y visitar Zamunda u otros trackers es tan normalizado como encender la televisión. Expresiones como, "mira lo que hay en Zamunda mientras preparo la cena" o "mira si no lo encuentras en Zamunda" son muy comunes, Zamunda se ha convertido para muchos en página obligatoria para revisar en búsqueda del contenido deseado.

Usar Zamunda garantiza a los usuarios:

  1. Calidad de contenido. Existen normas estrictas sobre quien puede subir información y además siguiendo ciertos criterios. En Zamunda, el número de personas que tienen derecho a subir información gira alrededor de 150 personas para un total de 500 000 usuarios registrados oficialmente en el torrent tracker.
  2. Velocidad de la descarga y eficacia. Están garantizadas en Zamunda a través de normas, reglas y roles que establece la página y que refuerzan la reciprocidad y la participación que están inscritas en el diseño mismo de la tecnología torrent donde el contenido que se descarga a través del software al mismo tiempo es compartido automáticamente.
  3. Descargas seguras. Prácticamente es imposible descargar archivos infectados por virus ya que el contenido se filtra y pasa control de calidad.

Zamunda han ganado también mucha popularidad entre la población local ya que colabora con páginas para subtítulos en búlgaro.

4.3 Subtítulos/subsunacs.net

El número aproximado de personas que hablan lengua búlgara es 9.000.000, distribuidos entre 7.000.000 que viven en el país y alrededor de 2.000.000 que viven en extranjero. El mercado búlgaro es pequeño y muchas veces el acceso a contenido favorito está disponible únicamente online. En Internet este contenido puede encontrarse fácilmente y los usuarios búlgaros que no dominan otros idiomas, básicamente tienen una opción y es la de buscar subtítulos.

Hay solamente dos páginas que hacen subtítulos en búlgaro, a diferencia de la proliferación de torrent trackers ofreciendo contenido. Subsunacs.net que fue contactada para este estudio, es la primera página de traductores para subtítulos en búlgaro. Los subtítulos están disponibles de manera gratuita y para ser descargados de la página no es necesario registrarse.

Los traductores que han creado Subsunacs la usan como foro de apoyo donde colaboran entre sí en la elaboración de subtítulos, resuelven dudas técnicas y discuten problemas lingüísticos pero también se organizan en equipos para controlar la calidad de las traducciones, aunque en general la página es muy flexible y no hace falta pertenecer a un equipo para traducir. El número de personas que traduce y hace subtítulos de manera activa gira alrededor de 80 personas, que es un número reducido, tomando en cuenta la cantidad de subtítulos que existen en la página.

Hacer subtítulos es una actividad que consume tiempo, requiere conocimiento de otros idiomas y cierto nivel técnico que le permite a uno manejar software para subtitulaje. Los traductores ven su actividad como hobby que nace de su pasión por la traducción y los idiomas que es también su principal incentivo para dedicarle tanto tiempo al subtitulaje.

Actualmente su trabajo es reconocido por Zamunda.net a través de enlaces hacia Subsunacs.net, que ciertos traductores con permisos oficiales concedidos del torrent tracker tienen para colocarlos en Zamunda. Esta práctica es resultado de abusos en el pasado por parte de Zamunda que directamente integraba los subtítulos en el torrent sin reconocer la página fuente. Zamunda también colabora con la otra web de subtítulos y desde hace unos meses ha incorporado opción de subtítulos en otros idiomas y así aumenta la oferta para sus usuarios.

4.4 Incentivos

Basándome en el estudio empírico realizado, resumo las razones para participar en el intercambio de archivos, señaladas por los informantes en 4 tópicos: precio y "pobreza", elección, escasez y conveniencia. Estas razones aparecen hasta cierto punto en otros estudios realizados por investigadores en diferentes contextos (e.g., Beekhuyzen et al., 2011; Oberholzer-Gee y Strumpf, 2007).

Los precios altos de los productos en tiendas es el principal incentivo que hace que la gente vaya a usar torrents. Además en el torrent existe variedad de contenido en diferentes formatos y uno puede elegir de una base de datos muy grande. Según los informantes hay contenido que es imposible encontrar de otra manera y además en el torrent uno puede entrar cuándo quiera y sin mucho esfuerzo acceder al material deseado.

La opinión de que la gente de Europa Occidental posee más recursos económicos era muy extendida y a menudo esta comparación aparecía para justificar la participación en la práctica, eligiendo la pobreza como razón.

Aun así, la gente ve la actividad como "algo cultural" y como un hobby que se ha convertido en la norma pero que no hace daño a nadie.

5 A modo de conclusión

En primer lugar, como la norma en Bulgaria es intercambiar archivos por Internet, alternativas como pagar por artefactos culturales es considerada en menos grado por los informantes. Ellos consideran que la práctica es irreversible y natural y que la sociedad se tiene que adaptar tarde o temprano a la situación. Nadie se siente responsable, ya que la naturaleza misma del torrent diluye la agencia, y la actividad queda percibida como inofensiva.

Se percibe un bajo grado de reflexividad y parece ser que es consecuencia del clima legal dentro del país, que se caracteriza por un interés muy bajo hacia los crímenes en Internet y por la falta de un discurso público fuerte sobre propiedad intelectual y cumplimiento de leyes en esta área, aunque dichas leyes existen.

Por otro lado, el contexto de Bulgaria postcomunista es bastante bizarro y se caracteriza por transformaciones complejas en la sociedad a todos los niveles, debido al choque entre la cultura y valores preexistentes, y el orden nuevo que se ha adoptado. Se observa un vacío social, cultural y económico donde la gente local reconstruye e interpreta lo nuevo a su manera. El hecho de que el intercambio de archivos por Internet sea, en la mayoría de los casos, ilegal, parece despertar una justificación generalizada al considerar que las leyes sobre derechos de autor y propiedad intelectual occidentales no se aplican al "nosotros" del Este, que somos más pobres y no podemos pagar los precios. Esta actitud sugiere que la cortina de hierro, psicológica y culturalmente hablando, podría seguir allí.

Por último, las condiciones más importantes para la práctica de intercambio de archivos por Internet son técnicas, económicas y nacionales, siendo aquí, en el caso de Bulgaria, más importantes los factores históricos y lingüísticos.

En Bulgaria, desde la época comunista, existe cierta actitud hacia la informática, y esto ha facilitado unos niveles altos de conocimientos en el área, que han sido usados creativamente por más de uno para cablear el país y garantizar acceso a Internet de alta velocidad, que podría neutralizar las barreras de acceso tales como conocimiento, habilidades y capacidades materiales. Los primeros proveedores de Internet en Bulgaria eran geeks que establecieron sus redes con cables colgando entre edificios y así se convirtieron en emprendedores de Internet. Yo creo que hay conexión entre este hecho y la aparición del intercambio de archivos por Internet en sus compañías, que en aquel entonces era conocido solamente en el mundo informático. Esta interpretación del intercambio de archivos como una oportunidad de negocio ha ayudado a desarrollar el fenómeno como masivo en Bulgaria.

Para participar en el intercambio de archivos se requiere también un nivel alto de inclinación personal para manejar el consumo propio de medios y exploración de tecnologías —es decir— un consumo de medios altamente autónomo. Desde el punto de vista histórico, durante el comunismo, el acceso a cualquier información estaba controlado por el gobierno y a menudo la circulación de artefactos culturales ocurría a escondidas. Después de la caída del régimen la gente tenía la posibilidad de acceder a todo tipo de información sin restricciones y hoy en día lo sigue haciendo sin ningún remordimiento moral. Páginas como Zamunda.net permiten al usuario búlgaro la libertad de encontrar artefactos culturales sin depender de los medios tradicionales de distribución, y son buen ejemplo de cómo los usuarios se apropian de productos de los medios tradicionales a través de redes de distribución alternativas que mejor se inscriben en sus intereses, y les permiten una cierta autonomía en el consumo.

Esta reapropiación de medios a través del intercambio de archivos por Internet proviene de la afición de los usuarios por estos medios, más que de una supuesta postura política de oposición, aunque los nuevos modos adoptados de consumo y distribución tienen efectos políticos y favorecen modos de uso que abren posibilidades para activismo ocasional.

Las páginas como Zamunda.net tienen una presencia visible en el país y pueden entenderse como formaciones estratégicas que ayudan a definir el intercambio de archivos como norma más que como desviación. Las interacciones locales de usuarios que aparecen como fuerza hegemónica, aunque no de manera intencional, son dirigidas por estas estructuras estratégicas que son actualizadas a diario y no dependen necesariamente de altruismo. Tienen intereses de permanecer operativas y luchan por atraer a más usuarios, ya que tienen gastos significativos de mantenimiento y sobreviven de publicidad.

En la sociedad búlgara la noción de "lucha por los derechos de autor" no es tan visible en los medios de comunicación como es en países occidentales y el intercambio de archivos es un fenómeno muy asentado que además nunca ha sido perseguido como terrorismo o asalto a las estructuras comerciales existentes. La cuestión de cómo deshacerse de la práctica no existe ni tampoco se hace la pregunta progresista de cómo acomodarlo mejor dentro del sistema existente. Sin embargo, el fenómeno ya está muy asentado y seminstitucionalizado en el país y sería interesante observar cómo evolucionará una vez puesto en la mesa el debate sobre la propiedad intelectual.

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