Reseña de Clarke (2005) Situational analysis: grounded theory after postmodern turn

Review of Clarke (2005) Situational analysis: grounded theory after postmodern turn

  • Jokin Azpiazu Carballo
Portada libro

Clarke, Adele E. (2005)
Situational analysis: grounded theory after postmodern turn. Thousand Oaks, California: Sage Publications.
ISBN: 0761930566

La socióloga estadounidense Adele E. Clarke nos plantea en este volumen (editado de momento sólo en inglés por SAGE en 2005) una serie de reflexiones sobre la Teoría Fundamentada y sus puntos de partida epistemológicos y teóricos, así como —probablemente la gran virtud del libro— una propuesta metodológica y técnica para la generación y análisis de datos.

La Teoría Fundamentada (TF) es una metodología de análisis tan desconocida como utilizada (Charmaz y Bryant, 2007). En nuestro entorno académico (si es que podemos hablara de un “nuestro” entorno) no es una metodología de la que se hayan publicado demasiados manuales o guías, a pesar del esfuerzo de autoras como Requena (2006), Abela (2007) Soriano (Soriano y Requena, 2014). A nivel internacional, sin embargo, hallamos más bibliografia sobre esta metodología y más implantación en las disciplinas relacionadas con las ciencias sociales, particularmente en la sociología y, por motivos históricos, en la sociología de la salud.

Algunos principios de la TF han sido, sin embargo, puestos en cuestión por algunas autoras feministas. Una de las más importantes aportaciones en este sentido es la de Kathy Charmaz (2006) quien propone una revisión del principio constructivista y positivista de la TF, tal y como fue planteada por sus principales mentores (Glaser y Strauss, 1967) a finales de los '60. Una posible interpretación del método de la TF supone una especie de neo-positivismo que afirma que “los datos vienen a quien investiga” como si de un acto voluntario de los propios datos se tratara, otorgando a la realidad social un carácter objetivo y a quien investiga una coartada para ocultarse tras una supuesta objetividad y no-intervención en el objeto: la realidad es estudiada no desde un planteamiento teórico (cosa que en TF se considera susceptible de manipular los hallazgos de la investigación) sino desde el punto de partida de los datos, que nos ayudan a crear una teoría supuestamente más veraz, neutral y arraigada en la realidad.

Partiendo de esta crítica y llevándola quizás más lejos, Clarke cuestiona la idea de la realidad como pre-existente y nos plantea cómo una renovada visión de la TF debería pensar en re-articular sus principios respecto al “giro posmoderno” (“the post-modern turn”). Para ello nos invita a ahondar en las raíces interaccionistas de la TF (la escuela de Chicago), revisándolas y situando la TF en un terreno más constructivista que positivista. La relación entre sujeto y objeto se ve, de esta manera, alterada tanto por las aportaciones epistemológicas feministas como post-estructuralistas.

La relación entre sujeto y objeto de análisis es, por lo tanto, mucho más compleja y nunca separada, y Clarke propone poner el carácter y formas de dicha relación sobre la mesa, no sólo por una cuestión de honestidad u objetividad feminista (Haraway, 1995) sino asimismo por las posibles ventajas que la misma relación pueda aportar al desarrollo de la investigación, en forma de conocimiento del campo de estudio y posibilidades de dibujar líneas en los mapas por las que moverse en el curso de la propia investigación.

La socióloga revisa asimismo el proceso de “simplificación” de la realidad social a través de la noción de “proceso social básico”, que en la TF pretende descubrir a través del muestreo teórico el proceso principal que se esconde detrás de cada realidad social investigada. Clarke pone en cuestión la propia idea del procesos social básico y la propia deseabilidad de buscarlo en la investigación. Aduce que las diferentes aportaciones teóricas (como los debates en torno a la subjetividad dentro de las teorías feministas) nos llevan a pensar que la complejidad de las realidades sociales no es algo de lo que haya que escapar ni simplificar hasta el máximo. Esta simplificación de da a través de un proceso que -ilustrado por la autora en la imagen de la campana de Gauss- necesariamente genera un exterior constitutivo (los lados de la campana) que deben ser considerados como error. La autora se pregunta de esta manera, de la misma manera que Lucia Egaña (2014) por el papel que el error ha guardado en las diferentes disciplinas científicas, y su estrecha relación con el imaginario simbólico generizado.

La mayor aportación del volumen, sin embargo, radica en la propuesta metodológica que la autora articula partiendo de éstas y otras críticas epistemológicas, la mayoría de ellas directamente relacionadas con el feminismo. Poniendo como unidad de análisis la “situación” y entendiendo la misma como contenedora de las propias condiciones en las que se sitúa, Clarke nos propone su método de análisis y generación/búsqueda de datos llamado Análisis Situacional (AS).

El AS nos permite, por tanto, tener en cuenta varios niveles de la realidad social y articularlos en un análisis que la capturen sin necesariamente simplificarla. La creación de mapas (la herramienta clave del AS) nos ayuda a sacar fotografías que van más allá de las dos dimensiones y son susceptibles de mostrar no sólo los relieves de las situaciones, sino el subsuelo de las mismas así como su atmósfera.

Para ello se nos propone la realización de tres mapas diferentes que nos ofrecen la posibilidad de ser superpuestos entre sí. El primero de ellos sería el mapa situacional, un mapa más abstracto que puede comprender diferentes niveles de ordenamiento, dirigido a dibujar la situación con sus elementos históricos, culturales, simbólicos, materiales, humanos y no-humanos.

El segundo de los mapas es el mapa de mundos y arenas sociales. Un mapa sin duda más complejo, puesto que nos lleva a dibujar sobre él los diferentes grupos involucrados en la situación analizada así como las relaciones entre los mismos, las superposiciones, puntos de ruptura, afectos e intensidades. Los grupos sociales son así analizados en la amplitud del mapa o una puede centrar su mirada en uno de los grupos (o más) si la investigación así lo requiere. Es importante entender que tanto los grupos sociales como el terreno (arena) de una situación son entendidas por la autora como universos discursivos de producción.

El tercer y último mapa es el mapa de posición y pretende dibujar las distintas posiciones discursivas presentes en la situación analizada. Es importante destacar que las posiciones no están articuladas por grupos o personas, más bien representan toda la amplitud discursiva en torno a una u otra cuestión y las posibilidades de situarse ante la misma, a menudo de manera contradictoria y heterogenea/heterónoma. Se trata por lo tanto de desligar los discursos de sus centros de producción para des-centrarlos y analizarlos en profundidad, a través del examen de las posiciones sobre elementos clave. Obviamente este último mapa es altamente combinable con el mapa de mundos sociales, ya que una vez señaladas las posiciones discursivas nos permitirá observar cómo se sitúan los grupos o personas clave en las mismas, observando así las líneas de fuga o hermeticidades.

Además de extensas explicaciones sobre estos tres mapas, la autora nos ofrece asimismo tres capítulos más breves sobre la adecuación de la metodología a tres terrenos específicos, englobados en lo que se ha venido a llamar “el giro discursivo”: el análisis de narraciones discursivas, el análisis de discursos visuales y el análisis de discursos históricos. El AS se presenta en estos capítulos como una herramienta válida para los análisis del discurso.

Más allá de las propiedades analíticas de los mapas, cabe señalar la capacidad de apertura metodológica del AS. Haber sido pensado en el contexto actual y teniendo en cuenta las necesidades de una investigación “multisite”, nos permite combinar diferentes datos y elementos en la investigación. A menudo desde una perspectiva feminista se ha planteado la necesidad de incorporar diferentes elementos -no todos ellos necesariamente considerados legítimos en el curso de una investigación- como fuentes orales, saberes subalternos o elementos experienciales de las personas que participan en la investigación. El AS (al igual que otras metodologías) nos permite la incorporación de elementos diferentes sin necesidad de estandarizarlos o dejarlos fuera como fuentes de “ruido”.

Además de esto, la elaboración de mapas y otras formas de análisis propuestas de prestan (y así es recomendado en el texto) a la creación colectiva y participante, haciendo del AS una metodología susceptible de incorporar o ser incorporada en diseños de investigación participativos y de acción.

Adele E. Clarke nos abre de forma más o menos explícita toda esta serie de posibilidades en un volumen que es a su vez un buen texto de debate sobre epistemología y metodología, un buen manual y una buena fuente de conocimiento y difusión de investigaciones feministas a través de los interesantes ejemplos que ilustran el libro. En palabras de la propia autora, “los análisis y mapas situacionales facilitan una especie de «inversión social» al convertir lo habitualmente invisible en cualidades sociales incipientes de una situación más visible” (Clarke, 2005, p. xxxvi)

Referencias

Abela, Jaime Andreu (2007). Evolución de la teoría fundamentada como técnica de análisis cualitativo (1a. Ed.). Madrid: Centro de Investigaciones Sociológicas.

Charmaz, Kathy (2006). Constructing grounded theory. London ; Thousand Oaks, California: Sage Publications.

Charmaz, Kathy y Bryant, Antony (Eds.) (2007). The sage handbook of grounded theory. Thousand Oaks, California: Sage Publications Ltd.

Clarke, Adele E. (2005). Situational analysis: grounded theory after the postmodern turn. Thousand Oaks, California: Sage Publications.

Glaser, Barney G. y Strauss, Anselm L. (1967). The discovery of grounded theory: strategies for qualitative research. Chicago: Aldine Pub. Co.

Haraway, Donna Jean (1995). Ciencia, cyborgs y mujeres: la reinvención de la naturaleza. València: Universitat de València.

Egaña Rojas, Lucia (2014). Abriendo el código del error, tácticas de contingencia feminista para trabajar con máquinas. Recuperado de: http://www.x0y1.net/proyectos/Lucia-Egana_Abriendo-el-codigo-del-error.pdf

Requena, Antonio Trinidad (2006). Teoría fundamentada, “grounded theory”: la construcción de la teoría a través del análisis interpretacional. Madrid: Centro de Investigaciones Sociológicas.

Soriano, Rosa María y Requena, Antonio Trinidad (2014). La aplicación de los criterios de la Grounded Theory en el análisis documental: los textos legales y normativos españoles en materia de extranjería. Empiria: Revista de Metodología de Ciencias Sociales, (28), 157–182. http://dx.doi.org/10.5944/empiria.28.12125