Reseña de Agulló Albuixech, Agulló Calatayud y Fuertes (2014). La vida cotidiana en Siete Aguas desde Cavanilles hasta el Gran Fondo (1795-1985)

Review of Agulló Albuixech, Agulló Calatayud y Fuertes (2014). La vida cotidiana en Siete Aguas desde Cavanilles hasta el Gran Fondo (1795-1985)

  • Javier Gómez Ferri
Portada libro

Recaredo Agulló Albuixech, Víctor Agulló Calatayud y Federico
Fuertes Banacloig (2014)
La vida cotidiana en Siete Aguas desde Cavanilles hasta el Gran Fondo (1795-1985). Valencia, Ayuntamiento de Siete Aguas.

En las Ciencias Sociales el estudio de la vida cotidiana es relativamente reciente y surge del interés por sacar a la luz lo que muchas veces queda oculto. Lo que va pasando mientras parece que no pasa nada. Con una pretensión que aúna lo divulgativo y lo académico, los autores recorren en este libro los más diversos aspectos que configuran la rica vida cotidiana de una localidad rural valenciana, Siete Aguas.
    Palabras clave:
  • Vida cotidiana
  • Rural
  • Modernización
In the Social Sciences, the study of everyday life is relatively recent and arises from the interest in bringing to light what is often hidden. What goes on while nothing seems to happen. With a pretension that combines the informative and the academic, the authors go through in this book the most diverse aspects that make up the rich daily life of a rural Valencian town, Siete Aguas.
    Keywords:
  • Everyday life
  • Rural
  • Modernization

En las Ciencias Sociales el interés explícito por estudiar la vida cotidiana es relativamente reciente. Es un objeto de conocimiento múltiple, heterogéneo y dispar, por el que se han interesado diversas corrientes teóricas y disciplinas, habiendo sido abordado desde diversas metodologías. Su estudio está asociado a pensadores, historiadores, sociólogos y antropólogos como Fernand Braudel, George Duby, Philippe Ariès, Michael de Certeau, Ágnes Heller, Erving Goffman, Harold Garfinkel, Norbert Elias, o Michael Foucault, por citar algunos de los nombres más significativos.

El interés por la vida cotidiana se sitúa en la compleja polaridad que se establece entre el individuo y la sociedad, y surge principalmente debido a la pretensión de aprehender la diversidad de aspectos, hechos y acontecimientos de la vida social que se escapaban a los estudios ya consolidados; por sacar a la luz lo que muchas veces queda oculto. Lo que va pasando mientras parece que no pasa nada. No obstante, frente al pensamiento lógico clásico, lo no-cotidiano no se opone aquí a lo cotidiano. Lo puntual, lo anecdótico, lo banal, lo extraordinario, lo excepcional también entran en la lógica del análisis de lo cotidiano, donde lo extraño o lo raro pueden ser perfectamente integrados en la normalidad del devenir social.

Teniendo presente esto último, desde el punto de vista del foco, el estudio de lo cotidiano puede centrarse: 1) sobre uno o varios aspectos, cuestiones o prácticas sociales; 2) sobre individuos tomados como casos particulares o 3) sobre una comunidad. En el caso que aquí reseñamos nos encontramos con un trabajo que combina el primer y el tercero de los focos. Los autores han ido seleccionado una serie de temas de una localidad rural valenciana, Siete Aguas, a lo largo de un periodo de casi dos siglos, en concreto desde 1795 a 1985, a partir de la búsqueda de noticias aparecidas en la prensa local valenciana y española.

Recaredo Agulló y Víctor Agulló han tomado a Antonio José Cavanilles, una figura emblemática de la Ilustración, como fecha de inicio de su estudio y lo han concluido en el año 1985, en el que se disputó la primera edición internacional de su Gran Fondo.

Siete Aguas es un pueblo de montaña (a 700 metros sobre el nivel del mar), distante unos 50 km de la capital valenciana. Su situación geográfica ha hecho de Siete Aguas un pueblo fronterizo entre los Reinos de Castilla y Valencia. Su población, en los dos últimos siglos, generalmente ha oscilado entre los 1.000 y los 1.500 habitantes. Sin embargo, en el periodo estival, se multiplica su número de habitantes con la afluencia de numerosos veraneantes.

El término municipal cuenta con más de medio centenar de fuentes, a cuyas aguas se les atribuyen diversas propiedades terapéuticas y medicinales. Este hecho, y su clima suave en verano, atrajeron a una numerosa población de la capital valenciana de las clases altas, favoreciendo la creación de un célebre Balneario, establecimiento que marcó enormemente la vida cotidiana de Siete Aguas, incluso después de su desaparición, como se constata en la obra.

El libro que nos ocupa es fruto de un trabajo hemerográfico minucioso y extenso en el tiempo, aunque ocasionalmente también se recurre a otras fuentes como las orales o las obras históricas de referencia. Su estructura se compone de una veintena de capítulos temáticos específicos o generales en los que existe una ordenación cronológica. Por ejemplo, el ejército napoleónico, los carlistas, el cólera, los roders (vocablo valenciano con el que se conocía a los bandoleros en el siglo XIX), leyendas populares sobre minas de oro, el batallón infantil, los maquis. Otros capítulos son de temática general como la educación, la religión, la política o la música. Incluso hay uno de miscelánea donde se recogen sucesos y hechos de más difícil clasificación.

Cada capítulo tiene una estructura muy similar. Se inicia con una contextualización de los autores, basada en la selección de noticias que tras ella se recogen, y en la que se indica el periódico, la fecha y la página, y que se suceden en orden cronológico. Algunas son muy breves, de una o dos líneas. Otras crónicas son más extensas. Finalmente se hace un balance crítico de cada una de las cuestiones tratadas.

El libro, además, permite dos lecturas. Una focalizada por temas diversos, según los intereses del lector, y una segunda, más transversal, sobre cuestiones y relaciones de clase, de género o de edad o sobre los polos rural-urbano.

La vida cotidiana en Siete Aguas en la segunda mitad del siglo XIX estuvo marcada por el Balneario y la construcción del ferrocarril. El “establecimiento”, como se le llamaba en el pueblo, contribuyó a dinamizar su actividad diaria, en especial en los meses de verano. El ferrocarril, por su parte, aportó nuevos clientes y la construcción de los primeros chalets.

El Balneario, y la herencia que dejó tras su desaparición, supusieron muchas cosas. De entrada una fuente de recursos y trabajo, que suponían un complemento a los muy escasos que se obtenían de la agricultura, la ganadería y los bosques. En Europa los balnearios desempeñaron un gran papel entre finales del siglo XIX y principios del XX. Fueron centros de intensa vida social de las clases dominantes, quienes buscaban el restablecimiento de su salud, y escapar temporalmente de la insalubridad urbana. El balneario de Siete Aguas adquirió un gran dinamismo con la llegada del ferrocarril.

La Guerra Civil, que como se verá en la parte correspondiente no fue encarnizada y fratricida en Siete Aguas, conllevó el fin del Balneario. Sin embargo, este hecho no supuso la desaparición del turismo veraniego que continuó manteniendo Siete Aguas como destino estival, especialmente con la llegada del desarrollismo de los años 60 y 70.

Por ser un lugar de paso natural entre Valencia, Cuenca y Madrid, Siete Aguas ha sido un centro de desarrollo de infraestructuras viarias relevantes. Caminos, carreteras y el ferrocarril han dejado huella en el paisaje y en la vida cotidiana del pueblo. En 1825 una diligencia tardaba ocho horas entre Valencia y Requena. En 1880 se inició el tendido de la vía férrea entre Valencia y Utiel, y tras siete años de enormes trabajos, el tren llegó a Siete Aguas en septiembre de 1887, en tres horas de viaje. Para la realización de tales infraestructuras se contó con trabajadores venidos de fuera, en especial ingenieros catalanes, algunos de los cuales se establecieron definitivamente en el pueblo. En el presente algunos de sus descendientes todavía mantienen puestos de trabajo vinculados al ferrocarril.

Igualmente en este libro resultan interesantes los capítulos dedicados a la educación, la política y las fiestas, y especialmente lo son los que se centran en la actividad musical y su banda, La Paz, y en la labor de la Asociación para la Cultura Popular en Siete Aguas. La muerte de Franco supuso una revitalización de la vida política en toda España, pero también de las diferentes formas de sociabilidad y de la vida cultural. A finales de 1975 un grupo de jóvenes sieteagüenses, con la intención de dinamizar y modernizar la vida cultural de la localidad, deciden, entre otras actividades, crear una Semana Cultural en la que se organizan talleres, conferencias o competiciones deportivas. Entre los resultados más destacados de esa iniciativa está una de las carreras de atletismo popular de mayor renombre nacional, el Gran Fondo Internacional de Siete Aguas, que se aborda en un capítulo específico sobre la práctica deportiva.

El libro reseñado, La vida cotidiana en Siete Aguas desde Cavanilles hasta el Gran Fondo (1795-1985), es obra del filólogo e historiador Recaredo Agulló y del sociólogo Víctor Agulló, ambos vienen trabajando en equipo desde hace años. Las fotos pertenecen al archivo fotográfico de Federico Fuertes, un sieteagüense que se ha dedicado a la recopilación de las imágenes de su pueblo. En definitiva, se trata básicamente de un libro de pretensiones divulgativas, ameno, de fácil lectura, que ofrece la posibilidad de adentrarse en la vida cotidiana de una pequeña localidad rural valenciana. Sin embargo, en la medida en que el lector quiera profundizar puede encontrar en él aportaciones sobre los procesos y mecanismos de cambio social, en concreto el de la modernización política, social, económica y cultural de España. Y, por supuesto, es enteramente recomendable para los estudiosos e interesados en esa dimensión profunda y difícil de abarcar de la vida social que es la cotidianeidad. De ahí la riqueza de lecturas y funciones, según el tipo de lector e interés con que lo aborde.