Un recorrido autoetnográfico: de las construcciones sociales de la sequía hacia otras construcciones posibles

An autoethnographic path: from the social constructions of drought towards other possible constructions

  • Elizabeth Aguirre-Armendáriz
Presento una versión resumida de mi tesis doctoral, en ésta intento mostrar algunos momentos significativos tanto de su proceso de construcción y desarrollo como míos, que en buena medida fueron configurados por utilizar la autoetnografía. Experiencia que resultó mucho más compleja de lo que había previsto cuando decidí utilizarla, ante la sugerencia de Adriana Gil-Juárez, mi directora de tesis. Tanto, que transité poco a poco de la sequía a la autoetnografía como tema de investigación.
    Palabras clave:
  • Tesis doctoral
  • Autoetnografía
  • Sequía
  • Proceso
I am presenting an abbreviated version of my doctoral thesis; in which I am trying to show some meaningful moments both from its construction process and mines, which in a significant amount were configured by utilizing autoethnography. This experience was a lot more complex than I expected when I decided to use it when my thesis director, Adriana Gil-Juarez, suggested to use it. So much, that I transited step by step from drought to autoentography as my research topic.
    Keywords:
  • Doctoral thesis
  • Autoethnography
  • Drought
  • process


Inicié los estudios de doctorado con el firme propósito de que fuera una fructífera experiencia, esperaba que la materialización del sueño que había anhelado por tantos años se convirtiera en una especie de parteaguas en mi vida, tanto en lo académico, como en lo profesional y en lo personal. Así que mi interés no era sólo lograr un grado más en mi formación académica, a los 51 años de edad, que tenía en esos momentos no podría ser de otra manera… ¿o si?, bueno, no sé si era sólo cuestión de edad, o de que en el transcurso de esa larga espera se me habían acumulado, atravesado, enredado, sueños y necesidades.

Sí, había definido que deseaba dedicar el resto de mi vida fundamentalmente a la investigación y que mi actividad docente estuviera totalmente ligada a ella, en fin, había rediseñado mi proyecto de vida para el resto de los años productivos que me quedaran, y creo que en buena medida esta visión fue la que marcó mi hacer durante mi proceso de formación en el doctorado.

Pensándolo bien, creo que la edad sí tenía mucho que ver, el tiempo después de los cincuenta había cobrado otra dimensión para mí, había trastocado la relación entre la cantidad de cosas que deseaba realizar y el tiempo del que podría disponer para llevarlas a cabo… se había vuelto más presente la finitud de mi vida, y creo que esto generó que tuviera mayor urgencia por concretar mis proyectos… así que me dediqué literalmente de tiempo completo a desarrollar la tesis… por supuesto, que en esto último además influyó el gran compromiso que sentía con mi país por la beca1 que me habían otorgado para realizar mis estudios.

Pese, a que mi primer acercamiento a la autoetnografía fue muy breve, su impacto fue muy fuerte, fue extraño, paradójico, me atraía y me provocaba miedo. Por un lado, a pesar de que cimbró lo que sabía y creía de los métodos de investigación y de las ciencias en sí, por otro, me permitió ver [al menos velada y brevemente tras los cuestionamientos que todo ello me generó], otras posibilidades para pensarlos, para… desarrollarlos, y en buena medida para seguirlos cuestionando, por lo que era casi imposible que ese encuentro con la autoetnografía no fuera significativo para mí. Pero además, me hizo sentirme vulnerable, expuesta y todavía debía de dar cuenta de ello, es decir, exponerme aún más. Adriana prácticamente me había forzado a introducirme en un mundo académico desconocido para mí, cuando me pidió que desarrollara durante su seminario sobre nuevas tecnologías, una autoetnografía de mi acercamiento a Internet (Aguirre, 2007)2.

No fue fácil para mí aceptar la sugerencia de Adriana de utilizar la autoetnografía, pero al hacerlo también rescaté mi deseo inicial de trabajar con la perspectiva construccionista de la psicología social3… y pese a algunos titubeos, el tema siguió siendo la sequía, dadas las circunstancias en las que surgió mi proyecto, desde el inicio del mismo me ha inquietado la cuestión de su autoría, ¿quién es la autora de la idea inicial de mi tesis? pienso que es importante seguirlo tensionando, creo que no lo logré en mi trabajo a pesar de que lo intenté y señalé:

¿Cuál es el valor de una idea en un trabajo académico? ¿cuál es el peso de la originalidad de una idea en una tesis doctoral? ¿qué hubiera desarrollado si Adriana no me hubiera sugerido que utilizara la autoetnografía? ¿es Adriana co-autora de la idea inicial de mi tesis? ¿debo reconocer del mismo modo como co-autoras a aquellas personas cuyos comentarios, observaciones y críticas me llevaron a reflexiones que cambiaron en matiz, tono o rumbo mi trabajo?

Así que terminé con un planteamiento para mi trabajo, que pensaba que me ayudaría a cumplir con creces los propósitos que tenía al iniciar el doctorado, de que fuera una productiva experiencia, ya que sus ingredientes, la sequía, la perspectiva construccionista de la psicología social y la autoetnografía, requerirían que revisara demasiados elementos que desconocía, sobre todo la autoetnografía que me colocaba en un camino demasiado incierto, y en ello radicaba parte del encanto de su desafío... y del temor que me provocaba, sentía que quizá me arriesgaba demasiado ¿sentía? ¡sí! sentía, intuía y pensaba que trabajar con la autoetnografía podría ser un reto que podría superarme… lo que me hacía pensar con frecuencia en mi beca, en que no me debería ni podía permitirme el lujo de no acreditar mis estudios.

Si bien, inicié mi tesis con la sequía como tema, se fue desplazando a partir de que decidí realizar toda la investigación como una autoetnografía, esto me llevó a transitar permanentemente de explorar la sequía a explorar la autoetnografía, poco a poco esta última me fue atrapando, me detenía más y más en ella, ya fuera para definir la modalidad de autoetnografía que utilizaría4, conocer los criterios que se tomaban en cuenta para evaluar una autoetnografía5, encontrar géneros o fórmulas para presentar el texto6, intentar encontrar las justificaciones a sus características subversivas [claro, académicamente hablando] que le fueron otorgando como ser desobediente, peligrosa, vulnerable, rebelde y creativa (Ellis y Bochner, 2006), en fin…

Así, en este ir y venir para comprender lo que inicialmente pensé que era sólo un método de investigación (Chang, 2008) y un género de escritura, terminó convirtiéndose en mi objeto de estudio, por lo que finalmente terminé desarrollando una autoetnografía a través del tema de la sequía, tal como lo señaló Juan Muñoz7.

Esta aparente demora para tratar la sequía, no significa en ningún momento que abandonara mi interés por ella, antes al contrario, fue precisamente este interés el que me empujó a adentrarme al campo de la investigación cualitativa alternativa o experimental, tratando de explorar las posibilidades, que intuía que encontraría para volver atractivo el tema de sequía, incursioné en él hasta el punto, de encarnar y lograr dar cuenta del sentido de las palabras de Laurel Richardson, “El producto no puede ser separado del productor o del modo de producción o del método de conocer” (1999, p. 661), palabras que toman una dimensión muy especial cuando se utiliza la autoetnografía.

Podría decir, que mi tesis fue en buena medida una autoetnografía sobre mi experiencia de acercamiento a la autoetnografía, espero que no se lea esto como un juego de palabras. Es decir, terminó transformándose en una story8 en la que intenté narrar entre otras cosas, el proceso de construcción y transformación tanto de la tesis como mía9. Debo decir, que también en dicha story intenté cumplir algunos otros de los criterios que además de Bochner (2000) propone Richardson (2000), como, ser autoreflexiva y volverme vulnerable. Además al narrar dicho proceso, intenté exponer tanto los problemas a los que me enfrenté, como los caminos que recorrí para atender dichos problemas y justificar cada una de las decisiones que tomé10.

Si bien, mi indagación terminó alejándose de uno de los objetivos que había propuesto: realizar un autoetnografía evocativa sobre la sequía tan rebelde y creativa que me posibilitara volver atractivo el tema de la sequía no solo para la psicología social sino para el público en general. Finalmente no lo logré, pero creo que sí encontré al menos la formula de volverla atractiva, paradójicamente por dilatarse a salir al escenario, por no aparecer, hasta el punto de que llegaran a preguntarme —algunas personas al leer los avances de mi trabajo— ¿y la sequía, cuándo?

Adriana me comentó, que mi tesis les podría interesar a las personas que estuvieran pensando incursionar en el campo de la autoetnografía… opinión que debo confesar que me produjo mucha presión, sin embargo, en momentos pienso que me encantaría tener el valor de invitarles a sumarse al proceso de co-construcción de mi indagación a re-vivir lo que fue para mí una invaluable aventura y que terminen contando su propia story.

¿Qué por qué he contado todo esto?, creo que no señalé que Laurel Richarson (1995) destaca la importancia que tienen tanto lo que escribimos, la forma que le damos, todas aquellas circunstancias que nos rodean en el momento de escribir, y por supuesto que esto cobra especial relevancia cuando se utiliza un método de indagación de carácter autobiográfico (Ellis, 1999; 2004), como el que utilicé.

1 Otra forma de contar la story

Elizabeth 1: ¿Por qué tarda tanto en aparecer la sequía en la tesis?

Elizabeth 2: Mmmm… déjame decirte, que de hecho, la sequía durante todo el proceso de construcción siempre apareció así… más tarde de lo que se hubiera esperado… Y creo que podría tener al menos una respuesta de por qué fue esto así, para cada una de las etapas formales en las que desarrollé mi trabajo, etapas que culminaron en cada uno de los tres paneles en los que presenté sus avances y por supuesto en la defensa de la misma.

Elizabeth 1: No, no por Dios, evita que salga tu estilo Armendáriz de contar una story. Sólo dime por qué aparece la sequía después de más de 200 cuartillas en tu tesis ¿Qué no se supone que si ese era tu tema de investigación deberías de haber hablado ante todo sobre sequía?

Elizabeth 2: Bueno, igual, creo que no tengo solo una respuesta para esta pregunta, mira…

Elizabeth 1: Por favor, intenta ser breve ¿podrás?

Elizabeth 2: Lo intentaré, primero te diré, que creo que una de las razones por las que te parece que tarda, es porque estás pensando en un modelo de estructura de tesis que se ha reificado, que tal como señalan Kath Fisher y Renata Phelps (2006) es el modelo tradicional de los cinco capítulos clásicos: una introducción, la revisión de la literatura, la metodología, el análisis y las conclusiones que se ha venido usando tanto en las ciencias naturales como sociales.

Elizabeth 1: ¿Y por qué cambiarlo?

Elizabeth 2: Porque cuando definí que trabajaría con autoetnografía me surgieron muchas preguntas, entre ellas algunas relacionadas con la estructura que debería tener la tesis… aunque el tema de la estructura empezó a ser un problema para mí, incluso desde que inicié a escribir el proyecto de la misma… en ambos casos sentía que al trabajar con la autoetnografía debería de utilizar otro formato…

Elizabeth 1: ¿Entonces la estructura que tiene tu tesis, corresponde a otro modelo? ¿a cuál?

Elizabeth 2: No, no, en mi caso, no puedo decir que es otro modelo, es producto de mi proceso, en algunos momentos se fue configurando al tiempo que intentaba familiarizarme con la autoetnografía, y en otros, yo la reconfiguraba intencionalmente a partir de la estructura de algún artículo o de una tesis en la que hubieran utilizado autoetnografía, pero en otros se reconfiguraba…

Elizabeth 1: ¿Se reconfiguraba?

Elizabeth 2: Sí, sobre todo, cuando mi foco de interés pasaba de la estructura a otro tema también relacionado con la autoetnografía, como por ejemplo, ¿en qué consistían las notas de campo? ¿qué tipo de materiales podría utilizar? ¿podría dejar de utilizar citas? ¿qué significaba que el trabajo de campo y la escritura se fundieran y confundieran? ¿cómo debería de presentar los antecedentes y qué papel jugaban en este tipo de investigación? ¿qué tipo de análisis utilizar?...

Elizabeth 1: ¿Y la sequía? Hablábamos sobre la aparición de la sequía, de lo que se dilató en aparecer.

Elizabeth 2: Bueno, pero finalmente apareció ¿no?, por cierto, hubo un momento que me atrajo la idea de terminar la tesis sin hablar nada de la sequía…

Elizabeth 1: ¡¡¡Qué!!! ¿Se puede hacer eso en una tesis?

Elizabeth 2: No sé, no sé, quizá en un trabajo muy radical… mmm… no sé, al menos cuando yo lo pensé, me imaginaba que quizá esto me ayudaría a generar mayor interés en este tema… a ver, quizá no era propiamente no escribir sobre la sequía, sino ser muy breve, mostrando sólo algunas implicaciones éticas y políticas de algunas construcciones sociales de la sequía… para que dichas implicaciones más la casi ausencia de stories fueran además una estrategia para que las personas al leer el trabajo sintieran la inquietud de escribir ellas una story, ser autoras de sus propias stories sobre sequía y no coautores de la story que leyeron… ¿podría ser, no?

Elizabeth 1: ¡Bueno! Ya me perdí, no entiendo ¿pensaste realmente en que no apareciera la sequía en tu tesis?

Elizabeth 2: No, precisamente, mira no sé si pueda explicarme bien… pensé que sería interesante lograr una estrategia que me permitiera que las personas al leer el texto, se interesaran en buscar la sequía a pesar de que sólo les mostrara en momentos su silueta y que además esta se exhibiera y se escondiera a través de entretelones o velos, pensaba esto porque además quería desarrollar algunas fórmulas que me permitieran tensionar los límites de la autoetnografía, creo que esa hubiera sido la autoetnografía extrema sobre sequía que deseaba escribir, y quizá con ello hubiera contribuido un poco a la tarea de estirar los límites de la autoetnografía. Sí, al cambiar un poco la relación de autor-coautor, pensar en generar otra práctica…

Elizabeth 1: ¿Y qué pasó, por qué no la realizaste con esas características?

Elizabeth 2: Bueno, comprenderás que una propuesta así para una tesis era demasiado arriesgada… y por supuesto, que si la hubiese logrado, Adriana, me habría recordado que estaba realizando mi tesis y que debía de dar cuenta de ello, que no era Laurel Richardson11.

Elizabeth 1: ¡Oh!, por eso finalmente apareció… pero tarde, bastante tarde, en la página…

Elizabeth 2: Sí, pero por dos razones opté por mantener esa organización de la tesis y permitir que la sequía se fuera alejando cada vez más del inicio de la misma, lugar en la que se esperaría encontrarla, claro, por la familiaridad que tenemos con la estructura tradicional (Josselson y Lieblich, 2005) de las tesis. Mi primera razón, está relacionada con esta familiaridad, parece que en algunas personas no encontrar la sequía en el lugar donde esperarían encontrarla, les generó interés en ella… porque según me contaron o pude darme cuenta de que en la medida que avanzaban en la lectura del texto y ésta no aparecía se preguntaban ¿dónde esta la sequía? Y continuaban leyéndolo intentando encontrarla… por cierto que este interés por la sequía fue algo nuevo para mí, no estaba acostumbrada a que el tema despertara tanto interés...

Elizabeth 1: Pero… ¿Cuál era tu segunda razón?

Elizabeth 2: ¡Ah!... sí, te decía… fue que se me hizo interesante mantener la coincidencia que encontré casualmente, entre la dificultad que se tiene para identificar el inicio de una sequía y la dificultad para encontrarla en el texto… por cierto que dicha característica, fue una de las que más atrajo de dicho fenómeno, y de esto me di cuenta cuando intentaba explorar la percepción que tenían los habitantes del Desierto Chihuahuense sobre la sequía, ya que me problematizó de entrada trabajar sobre algo que no se percibía a primera instancia a pesar de que algunas personas le atribuían una serie de graves impactos en sus vidas… bueno, por supuesto, que lo decían aquellas personas que lograban reconocerla cuando aparecía.

Elizabeth 1: Entonces, ¿se puede decir que la estructura de tu tesis tiene una estructura emergente?

Elizabeth 2: No sé, si lo pudiera considerar así, porque pienso en la tesis como una story y si como dicen Michal McCall y Howard Becker (1990), contar una story es en gran medida un acto de edición, y yo decidí que esto fuera así, mantener ese retraso en la aparición de la sequía que parecía favorable para mantener la tensión en el texto, en la trama y con ello generar mayor interés en el tema… bueno, por supuesto que lo consulté con Adriana y es claro que estuvo de acuerdo… creo que debería decir entonces que decidimos… porque si ella lo hubiera objetado, la tesis no tendría esa organización… ¡Mira! Aparece nuevamente el tema de la autoría, porque en mi trabajo, esto no es una aportación menor…

Elizabeth 1: Mmm, sí creo que tienes razón. Pero volviendo al tema de la sequía, ¿no te pusieron objeciones durante las presentaciones de tus avances de tesis sobre su estructura?, sobre la tardanza en su aparición?

Elizabeth 2: ¡Si, por supuesto, que sí¡ incluso, durante el último panel comenté, que intentaría disminuir la inquietud que pudiera generar esto en algunas personas, utilizando la fórmula de delinear algunas posibles rutas para leerla, estrategia que desarrollo magistralmente Julio Córtazar (1963/1977) en su novela Rayuela y en su tesis Patrick Owen (2007). Debo decir, que la estrategia de Córtazar me la sugirieron durante una etapa temprana del trabajo, justo cuando buscaba otras alternativas a los tipos de escritura que se utilizan para escribir y realizar los análisis en las autoetnografías, como por ejemplo, la escritura sin costuras o la tipo sándwich (Ellis, 2004)… bueno, pero esa es otra story que por cuestiones de tiempo no logré concretar.

Elizabeth 1: Sí, estoy de acuerdo contigo, no lograste concretar tu propósito, quedó muy pobre tu intento de trazar dichas rutas, de hecho lo señalas en la tesis.

Elizabeth 2: Así es, pero en esto último, me refería a que no había concretado lo referente a los tipos de escritura.

Si bien, pretendí, en una fase muy temprana de mi tesis, que fuera un trabajo sobre sequía de carácter autoetnográfico evocativo (Ellis, 1997; Ellis y Bochner, 2006), en sus fases finales, además aspiraba que también fuera un trabajo que tuviera un carácter político y ético (Denzin, 2009) y que contribuyera en lo posible a generar un cambio social. Deseaba al mismo tiempo, que al utilizar este modelo de escritura, pudiera llevar a cabo como dice Denzin (2009), mi propia guerra de guerrilla a ras de suelo “contra la represión de las estructuras en nuestra vida cotidiana” (pp. 571-572, traducción libre), y en la esperanza de lograrlo busco la energía para continuar mi tarea de convertir en libro mi tesis.

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