La Psicología Colectiva de Maurice Hallbwachs

The Collective Psychology of Maurice Hallbwachs

  • Ana Vítores
  • Pep Vivas

El artículo a cuya lectura invita esta introducción puede ubicarse en el contexto de un conjunto de trabajos sobre la noción de Psicología colectiva que marcaron el trabajo de Maurice Halbwachs (1877-1945) desde sus primeros textos.

No es, sin embargo, un texto sobre memoria. Ciertamente podemos encontrar el desarrollo más acabado de lo que implica una Psicología colectiva en los trabajos de Halbwachs sobre las relaciones entre memoria y sociedad. El mismo concepto de memoria colectiva queda perfectamente desarrollado en tres de sus principales obras: Los marcos sociales de la memoria (1925), recientemente traducida al castellano, la investigación sobre la memoria de los lugares evangélicos en Tierra Santa (La Topologie littéraire des Evangiles en Terre sainte, étude de mémoire collective (1941) y su obra póstuma La Memoria Colectiva (1950) de la cual se publicó una selección en el número 2 de esta misma revista.

No obstante, previa y paralelamente a estos trabajos, encontramos entre sus diferentes textos un interés constante por la teorización y la demarcación de la Psicología colectiva como disciplina y como ámbito de estudio general. Una elaboración que enmarca tanto sus trabajos sobre memoria colectiva como el hilo de la mayoría de su obra. De hecho, Psicología colectiva es el nombre de la cátedra que ocupó en el Collège de France en 1944, sólo un año antes de su absurda muerte.

La tarea de definir y desarrollar una Psicología colectiva se hace especialmente evidente en dos tipos de trabajos. En primer lugar, en aquellos textos en los que el autor recoge y revisa explícitamente la noción de conciencia colectiva de Emile Durkheim1. En efecto, y aunque sea imposible reducir sus influencias a una, Halbwachs ha venido a ser considerado en muchos sentidos como el heredero de Durkheim por excelencia. Y una de las líneas conceptuales que reivindicará con más énfasis será la que se deriva del estudio de ese conjunto de creencias y sentimientos comunes a los miembros de una sociedad, que existen a través de las creencias y sentimientos presentes en las conciencias individuales, pero que son, sin embargo, algo diferente a ellas, una entidad propia. La vindicación y matización de esta noción de conciencia colectiva como eje en el estudio de la vida social está presente desde sus primeras obras. El mismo Halbwachs, ocho después de la muerte de Durkheim, en el artículo La doctrina de Émile Durkheim (1918)2, al interpretar explícitamente el sentido del proyecto de durkheimiano, optará por ubicar en el concepto de conciencia colectiva la línea más fructífera a seguir. Al hacerlo, lidiará con las acusaciones de la época al sociologismo, mecanicismo o al determinismo de Durkheim y otorgará dinamismo a los estados psíquicos colectivos librándolos del cariz coercitivo que a menudo revisten para pasar a una visión propiamente constitutiva de la conciencia colectiva.

Existen, además, un segundo tipo de trabajos en los que Halbwachs se dedica en exclusiva a la tarea de definir la Psicología colectiva como una disciplina con entidad propia3. Si bien la tarea demarcatoria frente a la otras ciencias y la reivindicación de un orden de realidad específico para la fenómenos socio-psíquicos estaba presente en los trabajos mentados anteriormente, en este conjunto de artículos Halbwachs opera de forma sistemática una delimitación del objeto de la Psicología colectiva frente a las diferentes formas de Sociología y de Psicología de la época. Sin lugar a dudas la ciencia con la que más debate es la Psicología tradicional, de la que la Sociología había tenido que deslindarse y emanciparse del todo para convertirse en una ciencia independiente. En efecto, la Psicología tradicional, cuando reconocía el papel de lo social en lo individual, que no era siempre, partía de una concepción de los estados socio-psíquicos como meras combinaciones o agregaciones de estados psíquicos individuales. Lo mismo pasaba con la “sociología psicológica” que explica las leyes, las costumbres, instituciones de una sociedad a partir de tendencias o creencias individuales. Del mismo modo que la Sociología biológica trata la sociedad como efecto o resultado de la vida orgánica, sin más, la Sociología psicológica trataba la sociedad como la simple suma de creencias individuales. La necesidad de una Psicología colectiva se hace evidente atendiendo a la incapacidad de dar cuenta de la vida socio-psíquica, del espíritu colectivo o de la mente social, de esas diferentes disciplinas.

En este sentido Halbwachs entra de lleno a discutir con el conjunto de etiquetas y clasificaciones que aparecieron en un momento en que empezaban a establecerse los límites entre las ciencias sociales tal y como los conocemos hoy en día (psicosociología, sociopsicología, psicología sociológica, sociología psicológica, psicología social….). Llega a identificar la Psicología colectiva que él defiende con el concepto “Psicología social”4. La Psicología Social, según Halbwachs, estudia los estados de conciencia relativos a la vida social de los grupos, y trata esos estados de conciencia como una entidad y una realidad específica, irreducible. Pero Halbwachs preferirá el término de Psicología colectiva, para dejar claro que se una ciencia que trata con hechos psíquicos colectivos, surgidos de la vida en común de los individuos, de la vida grupal.

El objeto de estudio propio de esta disciplina es el grupo y las tendencias y las representaciones que los diferentes medios sociales tienen en común. Aunque distintas formas de Psicología hayan podido reconocer esas formas de mentalidad colectiva, para nuestro autor no habían llegado a tratarlas como objeto de estudio específico sino como un agregado difuso o, en el mejor de los casos, como un condicionante o un barniz exterior, sin atender en ningún momento a su naturaleza específica. Aunque no es posible comprender la totalidad de la conciencia individual sin la conciencia colectiva, ésta última no se agota en las formas de la conciencia individual. Existe un nivel de realidad y de análisis propio para la Psicología colectiva. Un primer ámbito de estudio amplio, en el que la Psicología colectiva debía proceder al estudio general de las características y los modos de funcionamiento del pensamiento colectivo, de la naturaleza de las representaciones y tendencias que caracterizan a los grupos. Y un segundo ámbito de estudio particular, abocado al análisis de psicologías colectivas específicas (la psicología colectiva del grupo religioso, la de la familia, la de la nación, la de la clase social, la de las agrupaciones económicas….) dedicado al estudio de la naturaleza y contenidos particulares de las tradiciones, los recuerdos y los conceptos que habitan en los pensamientos, los sentimientos y las percepciones de esos grupos.

Es en el contexto de esta tarea definitoria y clasificatoria que podemos ubicar el artículo que presentamos a continuación. En éste el autor propone una Psicología Colectiva partiendo del debate y la crítica (o de la falta de posibilidad para explicar la mente colectiva) a las psicologías imperantes de la época: la Psicología Comparada y la Psicología Individual o Diferencial. De la misma manera, en el desengranaje de lo que entiende por Psicología Colectiva, establece, también, una distinción con otras tareas de la Sociología. La intención de Halbwachs con esta diferenciación es clara e intencional: la apuesta por una Psicología que no centre únicamente su atención en los aspectos individuales de las personas y que tampoco tenga solamente en cuenta los hechos sociales en la explicación de los comportamientos. En este trabajo, Halbwachs salva la distancia marcada entre estos dos polos, y nos invita y apuesta por practicar una psicología que realmente estudie los procesos psicosociales (porque así podemos entender lo que Halbwachs denomina representaciones y tendencias colectivas).