Athenea Digital - num. 8 otoño 2005-
La investigación de "mujeres migrantes": reflexiones desde una trayectoria
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M. Paz Guarderas Programa de Doctorado en Psicología Social. Universidad Autónoma de Barcelona |
Este trabajo de investigación es fruto de una serie de reflexiones realizadas a partir de mis incomodidades en el tratamiento del tema "mujeres migrantes". Estas incomodidades han estado presentes al escoger el tema y al construir el problema de investigación. Este trabajo es entonces la memoria de estas reflexiones realizadas al construir mi problema de investigación.
Punto de partida
Mi interés de investigar mujeres migrantes surge en el Ecuador en el año 2000, cuando a raíz de un incremento de la emigración hacia España, el tema se volvió parte mi cotidiano. Pero la manera como se abordaba la cuestión me incomodaba por varios motivos. Primero la migración en los medios de comunicación ecuatorianos se presentaba de forma simplista y reduccionista, mostrando historias de triunfos o tragedias (Marta Ruiz, 2002); lo lamentable es que en estas presentaciones no se consideraba los matices del fenómeno y aparecía poco la especificidad de las vivencias migratorias. En segundo lugar identifiqué que si se lleva en cuenta la singularidad de este proceso se niega el protagonismo de las mujeres. Y, finalmente, si se lleva en cuenta este protagonismo hay una tendencia a "culpabilizar" a las mujeres, pues se percibe la emigración femenina causa la desintegración de las familias y esto genera problemas sociales (deserción escolar, trabajo infantil, embarazo en adolescentes, delincuencia juvenil, entre otras situaciones).
Con estos antecedentes el objetivo de mi investigación fue brindar otra(s) lectura(s) del fenómeno migratorio que evidenciaran su complejidad desde la singularidad de la vivencia subjetiva de las mujeres migrantes. Me pareció importante este objetivo por tres motivos. En primer lugar para enriquecer el debate sobre las mujeres migrantes considerando los aportes que psicología social pueda realizar al respecto. En segundo lugar para identificar nuevas posibilidades de comprensión del fenómeno, pues los debates sobre el tema favorecen la construcción de imaginarios del proceso migratorio y la gente migrante que, en última instancia, llevan a la estigmatización y a visiones maniqueas. En tercer lugar para contribuir con interpretaciones, sobre las mujeres migrantes, políticamente responsables; es necesario denunciar la opresión sin caer en una visión miserabilista y contribuir a la construcción de sentidos contrahegemónicos que pueden ser una promesa por una vida más justa y libre.
Este fue mi objetivo general al cual sumé otros específicos. El primero fue mostrar mi concepción de sujeto, pues debía definir lo que entendía por vivencia subjetiva; esto me llevó al área de estudios de la subjetividad. El segundo objetivo específico fue reflexionar sobre el rol de quien investiga y focalizar mi interés en los efectos políticos de investigar; tengo una preocupación política acerca de las interpretaciones que hacemos de los fenómenos, pues creo que la responsabilidad de quien investiga está en promover reflexiones que permitan la construcción del mundo en el que queremos vivir. Esta cuestión está vinculada con una concepción metodológica por lo que otro objetivo de este trabajo es analizar estas concepciones para identificar algunos principios metodológicos que a mi parecer sean políticamente responsables.
En que consistió este trabajo
En busca de las diferentes lecturas del tema “mujeres migrantes” recorrí escenarios y relaciones en mi cotidiano y en mis estudios que me permitieron complejizar mis análisis sobre el tema. En este recorrido fui transformando mi mirada sobre las mujeres migrantes, mis lecturas epistemológicas y metodológicas, mi concepción de la subjetividad. Lo que cuento en este trabajo es ese proceso evidenciando mis diferentes posiciones como investigadora.
Para mostrar tal camino escogí cuatro narrativas. construidas a partir de mi posicionamiento como investigadora. Utilicé la idea de "posición" como el lugar desde el cual me aproximaba al tema, lugar que implicaba una forma de relación específica. Cada posición me generó reflexiones y dudas particulares y éstas me fueron llevando a nuevos lugares. Pero también me dio pautas de comprensión del tema. No fueron, por lo tanto, meros movimientos; fueron situaciones que me transformaron y me construyeron como investigadora. Se trató de un proceso que tornó a mis lecturas más complejas, considerando mis incomodidades, incoherencias, tensiones, contradicciones y la adquisición de nuevas comprensiones.
Ilustré cada posición con una metáfora: la interventora, la minera, la habitante y la “escrachera”. Estas metáforas conformaron y fueron conformadas por las actividades que realicé como investigadora. En este sentido son performativas (Judith Butler, 2001) porque al enunciarlas construyo mi rol; al haber escogido escribir este texto con una metáfora, ésta construyó la narrativa. Estas metáforas hicieron emerger ciertas tramas, espacios, tiempos y relaciones, dejando de lado otras. También las usé para parodiar los roles, es decir exagerar cada uno. En este sentido el lector o lectora en algunos momentos podría encontrarse en el texto visiones un tanto maniqueas por la parodia que intento realizar.
El motor de mi trabajo fue una preocupación, o mejor dicho, una ocupación política. La apuesta que atraviesa todo el texto es la de mi rol como investigadora y los efectos que tienen mis posiciones: mi rol no es ingenuo. Cada posición dice sobre una postura política y sobre mi afán de transformación social.
Inspiraciones de este trabajo
Las epistemologías feministas posmodernas fueron inspiraciones importantes de este trabajo. Éstas apelan por la reflexividad, la articulación y el conocimiento situado como formas de construir el conocimiento, distante del positivismo y con una apuesta política para la acción.
La reflexividad critica la idea de representación de la realidad desarrollada por el positivismo y apela por la presencia inevitable del autor o autora en sus interpretaciones. Presencia que no implica ni transparencia ni autoevidencia (Donna Haraway, 2004), pero sí la necesidad de considerar el lugar desde el cual se investiga, desde el cual nos articulamos con el tema que interesa indagar.
La reflexividad también es, desde mi punto de vista, una invitación a reconocer el lugar privilegiado que ocupamos como académicas, y las trampas que tiende esta posición (Gayatri Spivak, 1994). Asimismo, implica una responsabilidad con las posiciones que ocupamos, en el sentido de considerar las implicaciones éticas y políticas de las comprensiones que construimos y entregamos al mundo.
Atraviesa este texto la idea de articulación, entendida como una práctica que establece una relación entre elementos cuya identidad resulta modificada (Ernesto Laclau y Chantal Mouffe, 1987). En este sentido durante mi investigación enfrenté diferentes relaciones: con un grupo de mujeres de la plaza, con gente en el cotidiano, conmigo misma, con el discurso y práctica del "síndrome de Ulises". Puedo afirmar que son relaciones semiótico-materiales pues están cruzadas por deseos, necesidades, imaginarios, acciones, leyes, documentos, etc. Las articulaciones permiten construir nuevos significados y fijar temporalmente sentidos sobre aquello que se estudia y así generar antagonismos con otras interpretaciones (FIC, en prensa).
Realicé esta investigación apoyándome en la idea de conocimiento situado (Donna Haraway, 1995). Este concepto se aleja del realismo que plantea la existencia de una realidad y una verdad, y que quien investiga debe alcanzarla siguiendo ciertos pasos; también se aleja de una visión relativista, pues permite realizar fijaciones temporales para actuar a partir de ello. Los conocimientos situados son producto de las conexiones parciales entre quien investiga y aquello que es investigado; esto implica relaciones entre posiciones que se conectan en una tensión entre semejanza y diferencia (FIC, en prensa).
El camino y sus reflexiones
En lo que respecta al eje metodológico en el trabajo de investigación mi recorrido parte de la investigación acción participativa, pues pretendía generar espacios de agregación social para promover la concientización de la opresión que viven por ser mujeres y migrantes. Sin embargo al identificar que las mujeres con las que me vinculé estaban organizadas me interesó mostrar cómo las mujeres son protagonistas de su trayectoria migratoria y sobreviven, resisten y burlan a las situaciones de opresión. Pretendí, mediante la etnografía, visibilizar lo que sucede en la plaza. Sin embargo hay dos efectos de este propósito que me parecen peligrosos. Por un lado, al visibilizar a estas mujeres las estaba volviendo vulnerables y más fácilmente gobernables. Por otro lado estaba ampliando la distinción que se hace entre autóctonos (como nosotros) y migrantes (como otras).
Simultáneamente identifiqué que yo también soy "mujer migrante", entonces me pareció interesante detenerme en las experiencias que me construyen y que construyo como tal y me aproximo a la autoetnografía. Pero esta metodología también me incomodó porque me sentía haciendo un monólogo y confesándome. Me encontré entonces con el discurso del "síndrome de ulises" (Joseba Achotegui, 2002) también llamado la "depresión en los inmigrantes extracomunitarios" y me pareció pertinente denunciar los efectos que tiene este discurso, para ello busco en la etnografía dialógica (Paz Guarderas y Pamela Gutiérrez, 2004) como una metodología que me permita dar cuenta de la relación con este discurso considerando sus efectos y mi experiencia como mujer migrante.
En relación al eje político como "interventora" pretendía que las mujeres migrantes sean concientes de la opresión en la que viven, pues la transformación social se daría al salir de las alienaciones que vivimos. Como "minera" mi intención era mostrar cómo estas mujeres migrantes son protagonistas no solamente son personajes secundarios y objetos de catástrofes: son pioneras y sujetos de decisiones.
Como "habitante" quise mostrar como la categoría mujer migrante homogeniza y esencializa ciertas diferencias; creí necesario evidenciar la heterogeneidad para construir versiones contrahegemónicas sobre nosotras mujeres migrantes. Como "escrachera" busqué denunciar los efectos que tiene la homogenización pues construye subjetividades normativas para controlar nuestros cuerpos y volverlos dóciles.
Sobre mi concepción de sujetos partí de una concepción basada en los aportes del materialismo dialéctico donde la relación actividad-conciencia-identidad (Antonio Ciampa) constituye la subjetividad. Sin embargo, identifiqué que existen maneras de escapar del determinismo de esta concepción pues hay fisuras y rupturas es decir es necesario considerar la agencia como potencia.
Posteriormente se volvió más compleja mi concepción de sujetos al identificar como las acciones se significan pero también las significaciones se actúan; para pensar la subjetividad es necesario llevar en cuenta la relación entre interpelación (Louis Althusser, 2003), performatividad (Butler) e identidades saturadas (Silvia García y Carmen Romero, 2003). Somos interpeladas como mujeres migrantes y encarnamos roles porque respondemos a la "voz de la ideología", pero estas respuestas no siempre son iguales y así nos constituimos en sujetos fruto del entrecruzamiento de múltiples categorías. Finalmente evidencié como las interpelaciones se hacen en matrices semiótico-materiales (Ian Hacking, 2001) y allí las instituciones académicas y de intervención psicosocial, entre otras, juegan un rol importante pues clasifican a la gente de determinadas formas y estas clasificaciones construyen a las personas.
Estas y otras reflexiones son las que constituyen este trabajo que lo que muestra es mi relación con un tema y mis transformaciones como investigadora, a partir de mi preocupación política respecto a los efectos que generan las interpretaciones de mundo que entregamos.
Referencias
Achotegui, Joseba. (2002). La depresión en los inmigrantes: una perspectiva transcultural. Barcelona: Mayo.
Althusser, Louis. (2003 [1969]). Ideología y aparatos ideológicos del estado. En
Slavoj Žižek (Comp.), Ideología. Un mapa de la cuestión (pp. 115-195). Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica.
Butler, Judith. (2001b [1997]). Mecanismos psíquicos del poder. Teorías sobre la sujeción, traducción de Jacqueline Cruz. Madrid: Cátedra.
FIC (Fractalitats en la investigaciò critica). (en prensa). Los sentidos de la crítica. Athenea digital (referencia número 050507_64).
Guarderas, M. Paz, y Gutiérrez, Pamela. (2004). Diálogos sobre la identidad y sus implicaciones metodológicas. Trabajo de fin de curso, Fractalitats en investigació crítica II, Programa de Doctorat en Psicologia Social, Universitat Autònoma de Barcelona. Texto inédito.
Hacking, Ian. (2001). ¿Por qué preguntarse de qué? En Ian Hacking, ¿La construcción social de qué? (pp.17-68). Barcelona: Paidós.
Haraway, Donna. (1995 [1991]). Conocimientos situados: la cuestión científica en el feminismo y el privilegio de la perspectiva parcial. En Donna Haraway, Ciencia, cyborgs y mujeres. La reinvención de la naturaleza, traducción de Manuel Talens (pp. 313-349). Madrid: Cátedra.
Haraway, Donna. (2004). Testigo_Modesto@Segundo_Milenio. Lectora, revista de dones i textualitat, no. 10, 13-36.
Laclau, Ernesto, y Mouffe, Chantal. (1987 [1985]). Más allá de la positividad de lo social: antagonismos y hegemonía. En Ernesto Laclau y Chantal Mouffe, Hegemonía y estrategia socialista. Hacia una radicalización de la democracia (pp. 105-166). Madrid: Siglo XXI.
Romero, Carmen, y García, Silvia. (2003). Saturaciones identitarias: de excesos, materialidades, significación y sus (in)visibilidades. Clepsydra, no. 2, 37-56.
Ruiz, Martha Cecilia. (2004). Ni sueño ni pesadilla: diversidad y paradojas en el proceso migratorio. Íconos, no. 14 (agosto): 88-97. [Quito].
Spivak, Gayatri Chakravorty. (1994 [1988]). Can the Subaltern Speak? En Patrick Williams y Laura Chrisman (Eds.), Colonial Discourse and Postcolonial Theory (pp. 66-111). Nueva York: Columbia University Press.