Howard, Philip N. y Jones, Steve (eds.) (2005) |
Miguel Vicente Mariño
Universidad de Valladolid
miguelvm@soc.uva.es
La investigación sobre nuevas tecnologías se encuentra en una coyuntura atractiva para quienes se dedican al estudio de la relación entre la sociedad y los medios de comunicación. La veloz sucesión de innovaciones tecnológicas influye sobre las condiciones de vida de una gran parte de las sociedades contemporáneas, alterando las relaciones interpersonales y ganando terreno respecto a otros medios de comunicación masiva, caso de la televisión o la radio, en parte gracias al proceso de convergencia tecnológica que difumina las fronteras que, históricamente, separaban estos soportes.
En este apasionante contexto, Philip N. Howard y Steve Jones coordinan una obra colectiva que reúne veinte trabajos presididos por la diversidad de sus aproximaciones teóricas, técnicas de investigación, usos y prácticas. Obviamente, resulta difícil condensar en una breve recensión los resultados que se obtienen al reunir esta veintena de aportaciones, por lo que he optado por incluir los principales aspectos temáticos y metodológicos de cada capítulo, renunciando a una presentación pormenorizada de los contenidos, con el deseo de que las personas interesadas se dirijan directamente a aquellas páginas del libro que le resulten más próximas.
Es esta diversidad una de las virtudes y, al mismo tiempo, uno de los inconvenientes no sólo de este libro, sino de la mayoría de las publicaciones colectivas. Si se carece de una línea argumental previamente definida y que sirva para guiar a los responsables de cada capítulo, el discurso se acaba fragmentando. En Sociedad on-line, los episodios en los que se percibe una cierta dosis de descoordinación son escasos, pero deslucen la impresión general sobre una obra que incluye aportaciones básicas para comprender fenómenos de gran relevancia en las sociedades tecnológicamente desarrolladas.
Por desgracia, el primer ejemplo de esta carencia se encuentra en las primeras páginas del libro. El prólogo, escrito por James Witte, se presenta como un análisis comparativo de dos tipos de muestreo estadístico en investigaciones sobre el consumo de internet en Estados Unidos. El autor cumple su objetivo, que era “demostrar que el muestreo tiene importancia en relación con el estudio de la vida on-line” (p.32), aunque se puede considerar este fin como un hecho generalizadamente aceptado por los investigadores en ciencias sociales y, en consecuencia, un tanto tautológico. En su haber, se debe reconocer que ofrece una síntesis de las ventajas e inconvenientes de plantear una encuesta a través de la red, al mismo tiempo que destapa las desigualdades que se esconden bajo los procesos de selección de población encuestada debido a las mínimas opciones de acceso de colectivos condenados al aislamiento. En esencia, Witte evidencia la necesidad de incorporar diseños de muestreo que respondan a los criterios de los estudios multimétodo. Sin embargo, la especificidad del objeto de estudio no corresponde con un espacio cuya misión, normalmente, ha de ser la de promover la lectura íntegra de la obra.
La elección de este artículo como puerta de entrada a la obra resulta más incomprensible si tenemos en cuenta que, en el primer capítulo, Howard brinda un brillante resumen no sólo de la estructura de la obra sino también de los objetivos y métodos seguidos en la puesta en práctica. Así, recuerda el autor que “el presente conjunto de investigaciones sobre la sociedad on-line es algo único. En lugar de intentar tratar cualquier tema posible en relación con las nuevas tecnologías de la comunicación dentro de la sociedad, lo que hemos hecho ha sido reunir una serie de argumentos sobre la forma en que estas nuevas tecnologías actúan como mediadores en las diferentes esferas de nuestra vida social” (p. 35).
El objeto de estudio que se plantea la obra son los nuevos medios (new media), no sólo internet, y los procesos que derivan en la incrustación de estas innovaciones tecnológicas en la vida cotidiana. Y el sujeto preferente de la investigación no son los propietarios y gestores de los medios de comunicación tradicionales, que constituyen según los autores “una elite social relativamente pequeña”, sino que apunta hacia los usuarios, quienes verdaderamente controlan los dispositivos que tienen a su disposición.
En el apartado metodológico se deslizan dos conclusiones principales. Primero, la necesidad de mejorar la evaluación de las formas mediante las que las herramientas de comunicación limitan y atribuyen poderes a la investigación, es decir, cómo afecta la evolución en NTIC al estudio científico. En este apartado, destaca el trabajo de Bainbridge (cap. XIX), quien presenta a los nuevos medios como una poderosa herramienta de investigación al estudiar los instrumentos para la realización de encuestas on-line. Segundo, la necesidad de estudiar la forma en la que las metáforas y categorías contribuyen o entorpecen a nuestras explicaciones durante la presentación de los resultados de investigación. En este segundo grupo, destacan las aportaciones de Shade (cap. IV) y Nakamura (cap. V), que analizan como “los instrumentos de encuesta pueden proporcionar una interpretación incompleta del género on-line” (p. 37). El propio Shade puntualiza el rol de este nuevo tipo de pesquisas, recordando que “la investigación no debe limitarse sólo a estudiar la forma en la que las desigualdades sociales encuentran su réplica on-line, sino que también tiene que dedicarse a elaborar proyectos que redirijan estas desigualdades. Las principales formas de llevar esto a cabo son la creación de contenidos, la enseñanza, el compromiso cívico, la elaboración de política y la forma de gobierno” (p. 37).
Desde un punto de vista metodológico, esta obra presenta algunas de las tendencias más actuales en la investigación sobre nuevos medios, combinadas a veces con técnicas más tradicionales. De hecho, es en el territorio on-line donde se percibe un mayor espíritu innovador a la hora de diseñar proyectos de investigación. Los nuevos medios obligan a plantear nuevas técnicas, que perfeccionen el conocimiento obtenido a través de procedimientos tradicionales. Se ofrece, por lo tanto, un repertorio de gran utilidad para personas interesadas en la metodología de la investigación en ciencias sociales. En la Tabla 1, se incluyen las técnicas puestas en práctica en esta obra:
Tabla 1. Distribución metodológica de la obra
Autoría |
Capítulo |
Técnicas de investigación |
Silver y Garland |
X |
Análisis de contenido de la publicidad en revistas |
Rice y Katz |
VII |
Comparativa de datos sobre política on-line |
Hargittai |
XVI |
Experimentos y análisis según método probit |
Norris Robinson, Neustadtl y Kestnbaum |
II XV |
Regresión por mínimos cuadrados |
Stromer y Galley |
VI |
Regresión logística |
Griswold y Wright |
XIII |
Pequeños grupos de atención |
Larsen Schneider y Foot |
III IX |
Medianas y variables nominales (cross-tabs) |
Bainbridge |
XIX |
Question factory a partir de encuestas |
Shade Nakamura |
IV V |
Encuestas |
Dessauer Neff y Stark Kotamraju |
VIII XI XII |
Etnografía y autoetnografía |
Peterson y Ryan |
XIV |
Métodos históricos sobre tecnología musical |
Starke-Meyerring, Burk y Gurak |
XVII |
Análisis comparativo de tradiciones en política |
El libro se estructura sobre cinco ejes temáticos: capital social, comunidad y contenidos; noticias en red y política on-line; vida económica on-line; cultura y socialización on-line; y contexto personal y universal de la vida on-line.Esta diversidad de contenidos y perspectivas se resume en la Tabla 2:
Tabla 2. Estructura temática de la obra
Autoría |
Cap. |
Resumen |
Witte |
Pról. |
Muestreos multimétodo como solución a los problemas de las encuestas on-line |
Howard |
I |
Resume los contenidos de toda la obra, según criterios metodológicos y temáticos |
Norris |
II |
Analiza la forma en que algunos grupos comunitarios cumplen una función de capital social puente (bridging) o de capital social de lazos fuertes entre gente procedente de entornos sociales diferentes (bonding), recurriendo a la clasificación de Putnam (2000). |
Larsen |
III |
Estudia las comunidades religiosas de internet, concluyendo que internet ha proporcionado un campo fértil para la exploración espiritual, al mismo tiempo que las comunidades religiosas incrementaban el número de fieles. |
Shade |
IV |
Analiza el grado de feminización de los contenidos de la red, en busca de los efectos de la incorporación de las mujeres a las nuevas tecnologías. |
Nakamura |
V |
Busca representaciones de los colectivos raciales en el contenido de los nuevos medios, certificando la vigencia de la exclusión de estas minorías |
Stromer Galley |
VI |
Presenta un estudio de opinión sobre las votaciones a través de la red, aportando una nota de equilibrio entre apocalípticos e integrados al afirmar que un sistema de votación on-line no garantizaría un aumento de la participación electoral. Reconoce que las innovaciones tecnológicas son útiles para facilitar la participación ciudadana, pero el aumento de la motivación suele depender de otros factores. |
Rice Katz |
VII |
Comparan el rol jugado por internet en las elecciones estadounidenses de 1996 y 2000, advirtiendo un aumento de los usos políticos de la red y que los efectos de la introducción de las nuevas tecnologías han sido moderadamente positivo para la vida política. |
Dessauer |
VIII |
Ejemplifica la evolución del concepto tradicional de noticia, al incorporar recursos on-line a rutinas profesionales consolidadas durante décadas. A su vez, constata un aumento de producción alternativa de información a través de la red, que atestigua sucesos que permanecen al margen de los medios de comunicación establecidos. |
Schneider Foot |
IX |
Se centran en el uso que se hizo de internet en un episodio de crisis como el 11-S, como suministrador de información para responder ante emergencias, como un medio para dar rienda suelta a las experiencias personales o como una arena política. |
Silver Garland |
X |
Estudian la estrategia de las agencias de publicidad para influir en la elección de productos tecnológicos de las chicas jóvenes, presentando un interesante debate entre la agencia individual de la compra y la construcción social de la voluntad de diálogo a través de sistemas de mensajería informática en el colectivo de adolescentes. |
Neff Stark |
XI |
Enfocan su análisis sobre las consecuencias de la elección de software y hardware en el comportamiento de las organizaciones, destacando la persistencia de ciertos valores profesionales difundidos por empresas que, como las puntocom, acabaron quebrando. |
Kotamraju |
XII |
Revisa la evolución de las estrategias de diseño de internet, desde una aplicación de la sociología de las profesiones a la ocupación de diseñador de páginas web en el área de San Francisco. |
Griswold Wright |
XIII |
Prueban la hipótesis “cuanto más tiempo pase la población haciendo uso de las nuevas tecnologías como internet, más aprenderán sobre cultura, es decir, sobre consumir literatura y escuchar música”. |
Peterson Ryan |
XIV |
Testan la hipótesis de suma cero “cuanto más tiempo se pasa viendo la televisión, menos tiempo se pasa leyendo o escuchando música”. |
Robinson Neustadtl Kestnbaum |
XV |
Afirman que, al margen de la educación, la edad y otros factores demográficos, los usuarios de internet son gente más abierta y tolerante, anunciando que se está operando un cambio demográfico e ideológico en el perfil del usuario de los nuevos medios. |
Hargittai |
XVI |
Otorga relevancia a la formación del investigador y a sus conocimientos sobre la materia analizada al estudiar las destrezas personales del personal investigador con los nuevos medios. |
Starke Burk Gurak |
XVII |
Partiendo de una comparación territorial, se diferencian estrategias de privacidad en relación con las actividades on-line, subrayando las dificultades para coordinar lo individual con un escenario global. |
Sassen |
XVIII |
Estudia las transiciones de los materiales digitales entre páginas web, al mismo tiempo que se replantea la relación entre un usuario de nuevas tecnologías radicado en un territorio concreto y unas actividades que construyen nuevas dinámicas sociales por encima de esas antiguas fronteras. |
Bainbridge |
XIX |
Partiendo de una técnica de investigación escasamente empleada, el Question Factory, se expresan las expectativas sobre internet de un individuo, tomando como base las ideas recogidas a través de encuestas on-line a miles de personas. |
Jones |
XX |
Cierra el libro reclamando contextualizacióne historización del fenómeno NTIC, enfocada sobre los procesos de convergencia entre medios de comunicación y partiendo de una revisión de las metáforas de la red como conexión de lugares y de tiempos. Recomienda, en una metáfora que resume bien la obra, la sustitución de la noción de Internet por la de internet. |
Finalmente, dos críticas que, no por ser comunes a la mayoría de las obras científicas contemporáneas, deja de ser necesario traer a colación. Por una parte, las obras sobre las revoluciones tecnológicas suelen carecer de un trabajo previo de contextualización global del fenómeno. Nadie cuestionará la relevancia de los procesos sometidos a estudio, pero siempre resulta aconsejable dotar al fenómeno de sus dimensiones empíricas. Los nuevos medios son una realidad en algunas sociedades contemporáneas, sin duda las más punteras en la estructura económica mundial, pero una parte igual o superior de la población del planeta permanece a la sombra de esta revolución. Resulta admirable que en este libro se ponga evidencia que este grupo de excluidos también existe en los países tecnológicamente desarrollados, pero no hay referencias apenas al ensanchamiento de la brecha digital.
En segundo lugar, y como una pequeña prueba del escaso diálogo entre las academias de diferentes territorios, esta obra se vería decisivamente enriquecida si incluyese entre la nómina de colaboradores a personas de diferentes procedencias geográficas y culturales. El dominio absoluto de la universidad norteamericana podría ser contrapesado con otras contribuciones que, sin duda, enriquecerían el producto final. Sin embargo, las carencias que se pueden atribuir al producto final, no eclipsan su contribución a la actualización de estos debates en la literatura científica en lengua castellana.
En resumen, Sociedad on-line es un obra muy recomendable para ponerse al día en la investigación social sobre los nuevos medios de comunicación, un escenario sobre el siempre conviene mantener siempre la atención, además de un interesante punto de apoyo metodológico de cara al futuro.