Athenea Digital - num. 0 abril 2001-

Horizontes urbanos y quimeras proteiformes. Psicología impresionista de los personajes liminales

Martín Mora Martínez
Programa de Doctorado en Psicología Social
Universidad Autónoma de Barcelona

 

La tesis doctoral está dividida en cuatro partes, correspondientes a giros argumentativos y estilísticos determinados, que están constituidas por una serie de capítulos a propósito. El itinerario quiere mostrar diversos aspectos del tema central, en la inteligencia de que el estilo narrativo empleado, tanto textual como en imagen, es parte fundamental de la tesis.

En la primera parte, “Trayectividad o lo discreto/volátil”, se plantea un ejercicio de aproximación y sedimentación de diversas nociones acerca del espacio urbano y sus personajes, así como las maneras de acercarse a ellos con mirada impresionista. En el capítulo I, se presentan algunas reflexiones sobre la noción de espacio hasta su localización en lo urbano. Además, se desarrollan versiones de lo espacial y las prácticas que definen lo que se ha denominado como personajes proteiformes o liminales. En el capítulo II, se dibujan las trayectorias a seguir en el tratamiento del espacio urbano, algunas reflexiones preliminares sobre el debate modernidad-postmodernidad y las propuestas psicosociales reconocibles como marca de agua en toda la argumentación del texto. El capítulo III, por su parte, ofrece su versión de una fenomenología impresionista como posibilidad de encuadre interpretativo. Como corolario a la manera de mirar el espacio, se presentan en el capítulo IV las piezas de la reflexión simmeliana en torno a la sociabilidad, el conflicto, el estilo y la forma social como pequeños frescos del estilo de mirar.

La segunda parte, “Transitividad o lo concreto/viscoso”, juega en paralelo con el planteamiento de la primera parte. Busca la complementarierad estilística y temática. Así, en el capítulo V, se narra la vida del espacio metropolitano de nuestro siglo y de sus personajes, rastreando a autores de la llamada tradición moderna. Es evidente que sus planteamientos radicalizan las debilidades del debate sobre la modernidad. Con todo, lo que se resalta en el capítulo es la aparición de personajes híbridos y trashumantes como una cierta forma de vida en el siglo que casi acaba. Sus prácticas ordinarias en tanto invenciones de lo cotidiano y como estratagemas de resistencia ante los dispositivos autoritarios y omnicomprensivos, aparecen en el capítulo VI. Siguiendo el tono encaminado, el capítulo VII acoge las reflexiones sobre la tensión entre la estrategia y las tácticas de resistencia en el espacio urbano. Se distinguen algunos binomios que insisten en las maneras de mirar/practicar el espacio urbano y su importancia como elementos teórico-metodológicos en lo psicosocial.

La tercera parte, titulada “Transgresiones o lo urbano practicado”, presenta grosso modo una serie de propuestas artístico-artefactuales de trabajo sobre el espacio urbano y su dislocación en la vida diaria. El capítulo VIII introduce al uso de la tecnología de las proyecciones como forma de tratocamiento de los edificios y monumentos públicos. En complicidad con los espectadores, se reconstruyen versiones irónicas y transitorias de las mitologías petrificadas en los edificios, bajo la estrategia de alegorías de algunos discursos totalitarios que hay que desmenuzar.  Al capítulo IX le corresponde mostrar una serie de vehículos para el asalto urbano. En el supuesto de que la tecnología del artefacto es un personaje liminal más, se subraya la coloratura metafórica sobre el paseo callejero y el diálogo como formas de sociabilidad crítica. Asimismo, se hace la denuncia de la especulación inmobiliaria, la crisis de la vivienda y la contumaz proliferación de la errancia y el transtierro como nuevas formas de interacción social. Mientras que en el capítulo previo se insistía en los vehículos, en el capítulo X se presentan y analizan determinados artefactos de asalto urbano y se discuten como piezas tecnológicas que ilustran de manera más cercana la recomposición del nuevo cuerpo transhumano.

Ya en la cuarta parte, “Transhumanidad o lo quimérico/liminal”, se entra en una nueva condensación del horizonte urbano y de sus personajes. Aquí se insiste en la persistencia de la tensión entre cartografiar y narrar como alternancias entre la intervención urbana delimitada por el marco más férreamente experto y la practicada en el ámbito profano más coloquial. El capítulo XI señala este vaivén mostrando algunos perfiles de ciudades y proyectos de intervención, como eje sintético de los horizontes urbanos. El capítulo XII juega al contrapunto con el anterior y aquí se parte de los personajes liminales para recortar lo urbano. Aparecen invocados bajo tres alegorías mitológicas correspondientes al artefacto, a la errancia y al transtierro. El análisis retoma la discusión sobre la postmodernidad planteada en la primera parte y la conecta con algunas versiones de los estudios de la cultura que obedecen a una lógica indisciplinada y que abrevan de tradiciones muy diversas en las ciencias humanas. A nuestro juicio, demuestran la necesaria inoculación de lo literario en la práctica psicosocial. A la postre, se dibujan las coordenadas inestables y turbulentas de lo transhumano como reconfiguración de las identidades, de lo espacial y de lo social: como otra serie de mitologías de lo radicalmente infame.